La entrega de los premios Martín Fierro 2018, que se llevarán a cabo el próximo domingo 3 de junio y serán transmitidos por Telefe, tuvo una previa escandalosa con Mirtha Legrand como protagonista, quien no recibirá más premios porque ya le dieron el de Brillantes en la edición pasada. Y si bien la Chiqui confirmó su presencia, hay varias figuras que ya se bajaron de la ceremonia.
Uno de los grandes ausentes será Marcelo Tinelli, quien está nominado como Mejor Conductor por ShowMatch, ciclo que compite como Mejor Reality y Producción Integral. ¿El motivo de su ausencia? Realizará un viaje justo en la fecha de la entrega de los galardones.
Sin embargo, Tinelli no será el único que no asistirá a los premios que se dan a lo mejor de la televisión argentina. También se supo que Moria Casány Jorge Lanata, tampoco irán al evento, cada uno por un motivo diferente: Moria está contratada para un evento en Junín, mientras que el conductor de PPT hará su programa en vivo, y competirá justamente contra la transmisión de los Martín Fierro.
Pero la novedad ahora es que también se bajó Inés Estévez, quien se lució junto a Julio Chávez en su papel protagónico en El Maestro (El Trece). La actriz reconoció que no tiene interés en participar de la ceremonia que se hará en el Alvear Icon, uno de los hoteles más lujosos de Argentina.
En diálogo con De caño vale doble por Radio Rivadavia, la actriz afirmó: «No creo que vaya a los Martin Fierro, prefiero verlo desde la cama». Consultada por su decisión y más allá que fue reconocida por APTRA por su interpretación en el unitario del Trece, Estévez aclaró: «Estoy muy agradecida pero es una sobreexposición excesiva y estoy en un momento de mi vida donde tengo que atender otras cuestiones. Aparte hace frío, me tengo que cuidar la voz»
Estévez está ternada como mejor actriz de unitario o miniserie y compite con Eleonora Wexler («Un Gallo para Esculapio») y Eva De Dominici («La fragilidad de los cuerpos»).
Luego, en medio de un cuestionario que hacen asiduamente en el programa que se emite por Radio Rivadavia, la actriz volvió a dejar en claro que no son de su agrado las ceremonias de premiación luego de que le preguntaran por los lugares cotidianos en donde siente que no pertenece: «Claramente que no pertenezco en los lugares tipo los Martin Fierro. En lugares con desconocidos. No la paso bien por dentro».
Dueña de un perfil alto tanto en sus redes sociales como en las notas, Jimena Barónes una mujer de armas tomar. Sobre todo si recibe cuestionamientos personales y laborales que considera equivocados o injustos.
Por eso no sorprendió cuando publicó en sus cuentas respuestas contra los agravios que sufrió por parte de Eduardo Feinmann primero y Ángel de Brito después, quienes desde sus espacios se refirieron a ella de diferentes maneras.
En AM910, en el pase que todas las mañanas hacen con Luis Novaresio, Feinmann fue muy despectivo con Jimena: «Canta como el culo», dijo. Y hasta cuestionó el aspecto físico cuando aseguró que «No canta bien y tampoco no es un escándalo de linda. Y un lomazo tampoco tiene«, argumentó cuando los panelistas le destacaban diferentes atributos de la cantante.
Eduardo Feinmann criticó a Jimena Barón.
«Escúchame una cosa, el photoshop que tiene esto es impresionante«, siguió cuando sus compañeros le mostraron en la computadora una imagen de Jimena.
«Sus shows son muy lindos y tiene mucha onda. Estaría muy bueno invitarla al programa», propuso Novaresio, intentando hacer cambiar de opinión a su colega. Pero no hubo caso: «Si vos querés que le diga en su cara que canta como el culo, con todo gusto la podés invitar. Ahora se hace la cantante. No me gusta el curro», redobló Feinmann.
Después del ataque de Feinmann, Barón redobló la apuesta y contestó con todo.
Enterada de esto, la respuesta de Barón llegó vía twitter y abarcó no sólo a Feinmann, sino a otros detractores de su trabajo: «Los giles y gilas que aparecen a bardear y tirar mierda en los buenos momentos no hacen más que exponer su propia ranciedad».
Y continuó con ironía: «Estoy tramitando canjes de GPS así ubican sus propios soretes donde van. Por ahora les mando mucha luz en el chakra del sexo, eso siempre alegra el alma».
Después fue Ángel de Brito quien desde Los Angeles de la Mañana (El Trece, lunes a viernes a las 10.30) «atendió» a la cantante. Todo comenzó cuando en el programa pusieron al aire una nota en la que el cronista le preguntaba a Jimena sobre la dura crítica que la había hecho Eduardo Feinmann.
Al recibir la consulta de la cronista de LAM, Jimena respondió tajante: «¿Si me había llegado lo que dijo? No, pero siempre están ustedes que se encargan de decirnos cosas feas en los eventos. Las cosas feas no hace falta reproducirlas, y así el mundo va a ser un poquito más copado«.
Como era de esperar, Ángel recogió el guante y se despachó de lo lindo. Hasta la comparó con Lali Espósito: «Como cantante, no tiene mérito todavía-dice-. No ha pasado nada, no es una exitosa ni nada por el estilo. Sí tiene mucha repercusión en las redes, pero no te llena diez teatros. Una cosa es lo mediático y otra cosa es Lali (Espósito). Lali sí que es una exitosa que rompe todo y llena. Ella tuvo que suspender shows porque no vendía. Dice ‘Ay, ustedes me vienen a preguntar cosas feas a los eventos’. ¿Qué querés? ¿que te preguntemos por el flequillo?»
Jimena le respondió a de Brito después de un tuit de la cuenta oficial de El Trece que hacía referencia a la pelea.
Ante esto, otra vez la ex de Daniel Osvaldo recurrió a Twitter para manifestarse: «Como si fuera un ataque para mi el éxito de Lali, por el contrario me llena de orgullo y admiración, una mina que labura como un soldado y se hizo solita. La quiero muchísimo! Que pena el intento de guerra berreta entre mujeres«, se lamentó.
El cuerpo es como un libro, en el que cada parte cuenta una historia. También cada zona del organismo está enviándonos mensajes constantemente. ¿Sabes escucharlos? Esa es la pregunta que debes hacerte. Especialmente cuando sabes que tienes problemas emocionales, pero no te has decidido a encararlos o no sabes cómo hacerlo.
Debemos tener en cuenta que el cerebro es el eje del funcionamiento del cuerpo humano, todo el cuerpo se encuentra repleto de terminaciones nerviosas, desde donde se envían las señales sensoriales. El cuerpo y la mente forman un todo, es más funcionan de esta forma. De allí que los problemas emocionales siempre dejen huellas en el organismo.
Cada año, durante el primer y último día de cursada del secundario, Savannah Rose Inthalangsy (18) se sacaba una selfie con su madre en el auto. Pero el día que egresó del instituto, no pudo sacarle la última foto y, en Twitter, contó el motivo.
Durante los cuatro últimos años de escuela, ambas posaron para la tierna foto familiar, aunque ninguna esperaba que se convirtieran en algo tan especial, ni lo que pasaría luego. Su madre falleció de cáncer, luego de una larga lucha contra la enfermedad y no llegó a ver a su hija recibida.
I posted a separate tweet thanking everyone but I wanted to say something here too! Thank you for all of the kind words and support, it means a lot! The replies have me crying because I never noticed our close bond showed through like this and I’m so glad it did 🙂
«Ayer fue mi último día de escuela secundaria. Durante 4 años, tomé fotos con mi mamá en mi primer y último día de escuela. No pudo llegar a la última, pero su fuerza me motivó a mantenerme fuerte durante este tiempo. Todo mi trabajo duro es para ella», dice uno de los tuits.
Y abajo sigue: «¡Publiqué un tuit por separado agradeciendo a todos pero también quería decir algo aquí! ¡Gracias por todas las amables palabras y apoyo, significa mucho! Las respuestas me hacen llorar porque nunca me di cuenta de que nuestro estrecho vínculo se mostraba así y estoy tan contenta de haberlo hecho».
La joven se sacaba fotos con su mamá al comienzo y al final del año escolar. Pero una enfermedad de la madre le trucó la última imagen.
Durante cuatro años madre e hija se tomaron fotos juntas.
La química entre ambas era muy fuerte.
Las ultimas imágenes de la madre, ya con la enfermedad en un estado avanzado.
Savannah logró obtener su título secundario, pero la ausencia de su madre fue un golpe duro para ella.
Miles de usuarios comentaron la publicación, que pasó los 600 mil «Me gusta» y los 125 mil retuits, y le dieron mensajes de cariño y apoyo. Algunos hasta se animaron a contar experiencias propias, de familiares que también fallecieron de cáncer
El aguante de la gente en las redes sociales.
«¡Todo mi amor para vos! Sé fuerte, vas a estar bien. Buena suerte con el resto de tus esfuerzos.»
Una usuaria de Twitter le agradece haber contado la historia.
«Perdí a mi madre por cáncer en el tercer año de secundaria y sólo quería decir que te estoy enviando amor y paz. Es difícil seguir con la normalidad de la escuela cuando algo tan anormal está sucediendo en otra parte de la vida, pero lo hiciste y este extraño está muy orgulloso.»
Mensajes de aliento para la joven.
«Estoy seguro de que ella te está mirando y muy orgullosa. Dios te bendiga.»
(Twitter)
«Perdí a mi madre hace 18 años de cáncer de mama, también estaba en tercer año en la escuela secundaria. Que sus almas descanse en paz eterna.»
(Twitter)
«Lo siento mucho por tu pérdida. Tu mamá está muy orgullosa de vos, nunca olvides eso. Sos valiente y fuerte. Hacé todo de acá en adelante sabiendo que ella te está mirando sonriendo.»
(Twitter)
«¡Mantente fuerte, chiquita! ¡Tu mamá está muy orgullosa! mi padre falleció cuando todavía estaba en la escuela secundaria, me gradué de universidad el pasado fin de semana».
La publicación, en 1995, por el Fondo Nacional de las Artes, de la edición facsimilar de la revista Martín Fierro, junto con la supresión del servicio militar obligatorio, son las dos razones seguras por las que el gobierno de Carlos Menem será bien recordado por la mayoría de los argentinos.
Aquella publicación, propiciada por Horacio Salas, puso en circulación, por primera vez después de 70 años, toda la materialidad del primer gran periódico de vanguardia de la Argentina. Ese que, como anotó Alfredo Weiss en 1949, para seguir con las metáforas bélicas, “organizó un golpe de Estado contra nuestras letras, desalojando a los mayores e instalándose sus miembros en los puestos de comando y en las redacciones periodísticas”.
Sobre el periódico Martín Fierro y el año 1949 versa el justiciero prólogo de Martín Greco a este volumen. Y sobre Oliverio Girondo. Financista de buena parte de los números de la revista, autor de su célebre manifiesto de 1924, propiciador de la etapa más radical e internacionalista de la publicación, en términos poéticos, teóricos y tipográficos. Y autor también, en 1949, de una “memoria” de la revista que, como bien anota Greco, debe leerse como su manifiesto retrospectivo. Como la puesta en valor de un “acto” cuyo duradero fulgor no debe ser valorado solo en los términos del presente, sino en el contexto de su emergencia. En el de los tempranos años 20 en los que Girondo percibe que “aquí no sucede nada”, que el burgués que no entiende nada, vilipendiado por Rubén Darío en el prólogo a «Prosas profanas», continúa, 30 años después, “dictando cátedra en universidades, redacciones y cafés” y que “la crítica y el público se equivocan, invariablemente, hasta cuando tienen razón”.
La memoria fue leída el 27 de octubre de 1949 en la Sociedad Argentina de Escritores, en el marco de las celebraciones por los 25 años de la publicación del primer número de la revista, que incluyeron otras conferencias y una exposición de pintores y escultores. Entre ellos, el fundamental Emilio Petorutti quien, sincrónicamente a la aparición de Martín Fierro, en 1924, realizó su primera exposición en el Salón Witcomb, de Buenos Aires, provocando una serie de reacciones no solo en los previsibles ámbitos conservadores –que siempre están a la orden del día- sino dentro de la misma Martín Fierro. Al punto que su director, el recientemente reivindicado Evar Méndez en «La ardiente aventura», un libro perfecto en términos de historiografía literaria, firmado por el mismo Greco y por Carlos García, debió ocuparse, entre los mismos martinfierristas, de dar “la batalla cubista”. Y vencer. “La exposición de Petorutti, anota Méndez, obró como enérgico revulsivo sobre la nueva generación literaria”. Y sobre ese pliegue se montó Girondo para llevar adelante su radicalización: “¡Basta de artículos funerarios y ‘de fondo’! ¡Abajo las barbas postizas y las actitudes de tenor! ¡Guerra a la sensiblería y a la solemnidad! ¡Guerra a los pesimismos llorones y a la indiferencia criminal!”.
La “turbulenta alegría” del mejor período de Martín Fierro es recuperada intacta por Girondo 25 años después, cuando recuerda haber reproducido en la revista las imágenes de “una magnífica Eva, de Lucas Cranach, una Pietà, del Greco, casi desconocida y dos esculturas precolombinas”, de las cuales “se vale” para denunciar el decorativismo y la ramplonería de las malas esculturas que infectan los paseos de Buenos Aires. Entre ellas, precisa, las de Lino Llimona y las de “nuestro gran Yrurtia”. El adjetivo, por cierto, califica el tamaño de sus obras. Algunas de las cuales («Canto al trabajo», en Paseo Colón e Independencia, en Buenos Aires, o «Moisés», en la entrada del Museo Castagnino, en Rosario) son persistentes manifestaciones conservadoras a las que deberíamos visitar cada tanto, menos para celebrar la perseverancia antivanguardista de las políticas urbanas de nuestras grandes ciudades –trascendentes a toda marca política- que para honrar la memoria de quien supo verlas como el negativo de un ideal.
En el mismo acto de 1949, cuyo programa entero reproduce el libro, en la tercera jornada, previamente a la “cena y baile” que darían cierre a la celebración, Norah Lange leyó lo que se presentó como un “discurso humorístico”, que la autora publicó más tarde en «Estimados congéneres». Entiendo que la voluntad humorística del texto, subrayada desde su título, atenta contra su delicada emergencia. Un texto muy gracioso en general no es gracioso. Pero por las dudas, Greco agrega, en la sección “Cartas” de este mismo volumen, una extraordinaria que Norah manda a sus hermanas Irma, Haydée y Chichina, fechada 6 días después de leído su discurso, para reprochar el enojo de éstas, el único disgusto de la celebración, después de “tanta tarea, y tanto cansancio, y tantos nervios” y la pena de que fueran justamente sus hermanas las que se lo ocasionaran. Porque no estaban bien ubicadas, porque se aburrieron, porque no se dieron vuelta para ver que lo divertido sucedía en el otro salón (como se dio cuenta todo el mundo), quedándose en el que estaban, con sus “caras kilométricas”. Ahí, como en casi toda su correspondencia conocida hasta ahora y en sus discursos de intimidad, emergen todo el talento perceptivo y la gracia de Lange. Como en esa otra carta dirigida a Evar Méndez y reproducida en el libro de Greco y García, en el que le cuenta que hace un par de días que vive “a fuerza de cognac” (lo que “no indica afición sino más bien dolencias de carácter aplastante”), que anda “sin empleo y rabiosa de a ratos” y que, “en último caso lo tengo al lago de Palermo –o casamiento con Borges”. Finalmente, ni suicidio palermitano ni casamiento con Borges. La gran figura femenina del martinfierrismo se casó en 1943 con Oliverio Girondo.
En la misma excelente colección de Eudeba, que dirigen José Luis de Diego y Sylvia Saítta, junto con este libro de Girondo, se publican los tres libros de poemas de Norah Lange, prologados por Tania Diz. Es Diz quien nos recuerda que Solveig Amundsen, uno de los grandes personajes de «Adán Buenosayres», la novela de Leopoldo Marechal, “una adolescente pelirroja, bella, tímida, inalcanzable” está inspirado en Norah Lange. Lo que nos recuerda, además, que buena parte de la misma novela está inspirada en el movimiento de vanguardia de los años 20 y dedicada, por si hiciera falta, “a mis camaradas martinfierristas, vivos y muertos, cada uno de los cuales bien pudo ser un héroe de esta limpia y entusiasmada historia”. La novela de Marechal se publicó en 1948, un año antes de la memoria de Girondo que se reedita ahora y de la fiesta en la que se aburrieron las hermanas de Norah Lange y debe ser leída como su justo complemento. El conjunto sigue hablando de todos nosotros.
El cantautor malagueño Juan Gómez Canca, conocido artísticamente como El Kanka, advirtió hoy sobre los riesgos de la «dictadura de lo ‘políticamente correcto’ que hace que terminemos censurándonos».
El Kanka comenzó su carrera con los discos «Lo mal que estoy y lo poco que me quejo», «El día de la suerte de Juan Gómez» (2014) y «De pana y rubí», mientras que en su cuarto trabajo contó con las colaboraciones especiales de Jorge Drexler y Ares y la Comparsa de Martinez Ares, una de las comparsas más relevantes del Carnaval de Cádiz, en distintos temas.
El Kanka se presentará el 7 de junio en Niceto Club, ubicado en Niceto Vega 5510 a partir de las 21 en una nueva visita a la Argentina y en ese marco charló con Télam:
Cuando los dos containers con la réplica del dinosaurio más grande del mundo llegaron a las plataformas del Puerto de Buenos Aires, llegó también la primera sorpresa: la división drogas de la policía quiso ver el contenido. Y aunque todos los papeles estaban en regla, los técnicos del Museo Egidio Feruglio debieron abrirlos y sacar una por una las piezas que en total sumaban 5 mil kilos. Las autoridades querían estar seguras que entre tantos huesos hechos de resina, fibra de vidrio y poliuretano expandido no se encontrara escondido algún cargamento de droga. Increíble pero real.
Primera peripecia de un largo viaje hasta que la réplica del “Patagotitán mayorum”, el dinosaurio hervíboro más gran del mundo llegara al Field Museum de Chicago donde por estos días comenzará su exhibición.
El Titán Patagónico vivió hace 95 millones de años en la Patagonia.
El armado y ensamblado de las piezas tardó 7 meses. Trabajaron 15 personas. El viaje comenzó en dos camiones desde Trelew, donde se encuentra el Museo Feruglio, hasta el puerto de Buenos Aires. De allí y tras unos días de espera, el viaje en barco hasta el puerto de Nueva York. El traspaso hasta Chicago fue en un tren de carga. Tiempo total de travesía: 2 meses y medio.
Maximiliano Iberlucea y Florencia Gigena formaron parte de la delegación de 12 personas que hicieron el viaje. Desde el aeropuerto de Nueva York y mientras esperaban embarcar para el regreso a la Argentina, conversaron con Clarín contando impresiones y anécdotas.
Trabajos en el paraje El Sombrero, donde fue hallado el Titán del Sur.
Para el museo de Chicago, la presencia de esta réplica es de suma importancia. Sus autoridades vieron el éxito comercial que tuvo la misma en Nueva York y decidieron incorporarla y renovarse para atraer a más público. No se equivocaron: desde la llegada de la réplica (aún si armar) tuvieron 23 mil visitas en su sitio. Solo en un día y medio.
El dino fue armado en el hall central y aún antes de se arme en forma completa la gente ya desbordaba el salón. Las autoridades dejaron el ingreso mientras se ensamblaban las piezas, lo que representó un gran atractivo.
Los técnicos del Feruglio tropezaron con algunos inconvenientes. Debieron armar en zigzag la enorme cola para que no obstruya las vistosas arañas de luz que tiene el hall. Hubo descuento especial para los jubilados que sacaban abonos por 7 días para ver en forma completa el armado del dinosaurio.
El Titán Patagónico vivió hace 95 millones de años en la Patagonia.
Durante esos días se presentó un coro, una orquesta y hasta se realizó una fiesta de casamiento. Ese día, la gente del museo trelewense debió dejar de trabajar antes para permitir el armado del catering, mesas y sillas que iban a servir para que los invitados a la boca estén más cómodos.
La historia del dinosaurio comenzó en 2012 cuando el peón de campo Aurelio Hernández descubrió el primer hueso de lo que luego sería uno de los hallazgos más asombrosos de los últimos años en el campo de la paleontología. Se trataba de un fémur, que según los primeros estudios pesaba igual que el de 14 elefantes africanos, por lo que el animal habría pesado entre 70 y 100 toneladas. Fue en un campo de la localidad chubutense de Las Plumas.
En el lugar se encontraron más de 150 fósiles pertenecientes a los restos de al menos seis ejemplares de una misma especie de dinosaurio gigante, que resultaría la más grande hasta ahora conocida. Los fósiles originales están depositados en la colección del MEF, pero el impacto de su descubrimiento fue tan grande que otros museos del mundo comenzaron a pedir su réplica para incluirla en sus exhibiciones.
El Field Museum, con casi 200 años, es uno de los museos más antiguos de Estados Unidos. Se encuentra en la tercera ciudad en tamaño en ese país y es uno de los más visitados con más de dos millones de personas que lo recorren anualmente.
El museo tiene en el hall jardines colgantes y réplicas de enormes elefantes. Pero la presencia del Titanosaurio los eclipsó. Cuentan los técnicos que en el lugar hay grúas de alta tecnología que hacen más simple el armado. También la manera en que logran reconstruir un dinosaurio cuando le faltan algunos de sus huesos: “Recurrimos a mirar y comparar con especies similares. Recurrimos a cálculos matemáticos y a la tecnología que brinda la computación”.
El museo está ubicado en un campus especial donde también se encuentran un planetario y un acuario. Y un estadio de fútbol americano perteneciente a los Chicago Bears (oso en castellano).
Un fin de semana se disputó un partido. Y porristas y jugadores rindieron homenaje al “nuevo vecino de Chicago”.
Lo bautizaron “Máximo”. Eligieron ese nombre en castellano por los habitantes latinos que viven en la ciudad ( el 23% de la población).
Varios técnicos del Museo Feruglio permanecerán unos días más en Chicago. Están reforzando la pintura con barniz porque el techo del museo tiene un cúpula de vidrio y el sol podría afectar el color. Nada queda librado al azar, desde aquel momento en que Aurelio Fernández vio unos huesos que le parecían raros. Aurelio nunca supo lo que había encontrado: murió antes, trabajando duro en el desierto de la Patagonia.
A partir del uso de las redes sociales, las personas han encontrado un nuevo modo de relacionarse: un comentario o un me gusta en una foto puede provocar una crisis en una relación.
La escritora y periodista Virginia Feinmann (Buenos Aires, 1971) supo leer y desplegar esta nueva forma de relacionarse en su reciente libro publicado por Emecé, «Personas que quizás conozcas». En esta novela la plataforma Facebook es uno de espacios donde la protagonista se desenvuelve y milita.
Virginia Feinmann (hija del prolífero filósofo y novelista José Pablo Feinmann) empezó hace poco a escribir de forma sistemática, aunque editaba, traducía y publicaba sus textos en Página/12 y en las revistas Letras Libres, La Granada, La Gaceta y El coloquio de los perros. En 2016 apareció su primer libro, «Toda clase de cosas posibles», por el sello Mulita.
– Télam: ¿Cómo concebís la idea de una literatura femenina? ¿Existe para vos esa etiqueta?
– V. F.: Creo que tiene un doble filo. Por un lado, lo particular nos permite definirnos y actuar con más fuerza. No tiene sentido elegir una versión lavada universal, igual a la del hombre, decir tontamente «somos todos iguales». Hay un ser femenino, como hay un ser judío, un ser indígena, un ser masculino o de otros géneros. Afianzarnos en nuestra diferencia nos fortalece. Pero calificar a todas las escritoras como «literatura femenina» es reduccionista. Entonces, ¿nos particularizamos para llegar con más fuerza o para quedar limitadas? Yo estoy a favor del enfoque de género cuando es para ampliar derechos. Me gusta escribir sobre temas que afectan a las mujeres y que deberían resolverse y garantizar derechos. Esto no significa escribir panfletos, sino poner a jugar en la ficción ciertas situaciones. En este libro escribí sobre el acoso, algo que las mujeres padecemos en ámbitos de trabajo o en la calle desde hace mucho tiempo. Son situaciones muy perturbadoras. Y apenas rascás un poquito ves que son transgeneracionales. Así que trabajé la relación entre madres e hijas: la matriz patriarcal está en nuestras madres porque también fueron criadas en ese abuso. Entonces me molesta que si una mujer escribe se lo rotule como literatura femenina, pero me parece que todo lo que visibiliza la violación de nuestros derechos puede captar en un buen sentido la vitalidad del «ser femenino».
Se encienden las luces, las cámaras y la cinta comienza a rodar. Silencio en el set y el clásico grito: «Acción» da inicio al trabajo. Pero la escena no arranca. Su protagonista se había quedado mudo, revolviendo en el fondo de su agotada mente las líneas que tenía que decir en ese momento. Era apenas un chico de 12 años y no podía más. Hacía dos semanas que su padre lo venía sometiendo a un extenuante esfuerzo que incluía el rodaje de una película durante el día y recitales por la noche. Fue ahí que Luisito Rey, el diabólico padre de Luis Miguel encontró una tétrica solución. La efedrina.
Izan Llunas, el encargado de interpretar a Luis Miguel en su juventud.
Esta es una de las tantas historias que se cuentan en la serie de Luis Miguel de Netflix, que es furor por estos días ya que expone distintas intimidades de la vida del famosísimo cantante y presenta polémicas como, en este caso, el consumo de la efedrina en menores de edad.
Luis Miguel y una foto de se infancia, cuando iniciaba su carrera.
El padre del cantante nacido en Puerto Rico y nacionalizado mexicano lo obligó a consumir esa sustancia para que el chico pudiera rendir al máximo sin necesidad de descansar. La consecuencia fue el desmayo del extenuado niño en plena grabación del film Ya nunca más (en 1984), cuando interpretaba el tema Mamá, mamá. El pequeño Luismi cayó desplomado y ni así su padre se apiadó de él.
Luis Miguel de chico, cantando en el Festival de San Remo 1985.
¿Qué es la efedrina? «Es un compuesto extraído de una planta que se utilizaba en la medicina tradicional china», explicó Andrés Grajeda, bioquímico y microbiólogo al sitio Prensa Libre. «Su consumo estimula el sistema nervioso central ya que es vaso constrictor; es decir, los vasos capilares, venas y arterias se tensan y, por lo tanto, se incrementa la presión arterial. También es un broncodilatador, lo que permite un mayor paso de oxígeno».
Luis Rey, el padre de Luis Miguel, obligaba a su hijo a tomar efedrina para no sufrir el cansancio.
Su función es la descongestión nasal, según el médico Luis Stolz: «Hace que los vasos reduzcan su diámetro (vasoconstricción), por lo que los síntomas nasales mejoran». Aunque hoy está prohibida en menores de 15 años, ya que se descubrieron consecuencias cardíacas y neurológicos como efectos secundarios.
“
Es un compuesto extraído de una planta que se utilizaba en la medicina tradicional china. Su consumo estimula el sistema nervioso central ya que es vaso constrictor
Andrés Grajeda, bioquímico y microbiólogo
«Actualmente, la efedrina está contraindicada en niños principalmente por los efectos adversos y porque hay actualmente mejores drogas para tratar enfermedades respiratorias», completó el especialista sobre la sustancia que tuvo otro vínculo conocido con otro famoso. Fue la sustancia detectada en el análisis antidoping que dejó a Diego Maradona marginado del Mundial Estados Unidos 94.
Luego de una fallida incursión periodística -intentando dibujar croquis de edificios emblema de la Ciudad de Buenos Aires- aparecería la revancha en materia de trazo y pintura. Pero esta vez, con aerosol, látex y pincel.
Muy lejos de las cualidades artísticas paternales (padre, dibujante publicitario y eximio tallador en madera), lo mío solo se limitó, en mi infancia, a copiar dibujitos de historietas, desde célebres personajes de Disney hasta de la tira Patoruzito.
Ya en la adolescencia, pude recrear -a gran escala- logos de grupos musicales como AC/DC y Guns n´Roses como así también manufacturar banderas en tela: una de Iron Maiden (con la tapa del disco A Read Dead One) y otra con la figura calavérica de Zorlac, un modelo skater adoptado por Metallica.
AEROSOL URBANO. El grupo que se reúne todos los sábados por la tarde para aprender a grafitear y pintar con latex. (Foto: Rolando Andrade Stracuzzi)
En esta ocasión, mi reencuentro con el diseño sería en el bajo puente de la autopista Illia, con el muralista Alfredo “Pelado” Segatori y su grupo de trabajo. “¡Vamos junto a la tropa!”, me dice este histriónico pionero de la pintura urbana quien tiene su bunker de trabajo en Andén 2222, los galpones ferroviarios de Salguero (estación Saldías, Palermo).
El me presenta al grupo, que se divide entre los que van a pintar con látex y los dedicados a aerosolear paredes. Pero, antes de eso, hay que elegir un color: selecciono el violeta, lo más parecido al borravino, mi preferido.
Una vez reunidos los grafiteros, el Pelado nos lleva frente a un muro al aire libre, que bordea la autopista. Y allí explica los rudimentos de este arte que tuvo su explosión a mediados de los años años 60 en Filadelfia.
RUDIMENTOS. Previo al grafiteo, Alfredo explica los movimientos básicos para este arte urbano. (Foto: Rolando Andrade Stracuzzi)
“El aerosol tiene tres picos -intercambiables entre sí- que definen el tipo de trazo que queremos hacer. Para arrancar, primero hay que colocar el aerosol a 45 grados de la pared con la parte superior del envase raspándola. Hagan grandes movimientos circulares, pero sin pintar”, indica nuestro gurú, mientras trato de no despegar el aerosol del granito.
La misión “imitación” fue pan comido, pero se venía lo difícil: pintar. Para ello, Segatori explicaba lo básico. “Cuanto más cerca -y también según el pico- se esté de la pared, el trazo será más fino”. Añadiendo también un factor clave, la velocidad con la que movamos el aerosol con el brazo. Nota mental: a mayor impulso, más fino y firme será el trazo.
PRACTICA. Una diversidad de líneas con formas de todo tipo para ir «calentando» la mano. (Foto: Rolando Andrade Stracuzzi)
Llega el debut. Aprieto el aerosol y se hace una mancha densa de pintura sobre la pared. “Tenés que batir bien el aerosol y apenas apretás el pico, que no sea sobre la pared, así lográs una mejor consistencia”, me acota una alumna más experimentada.
Pruebo de vuelta haciendo trazos verticales rápidos, sin resultado: salen gruesos. “Acercá más el aerosol a la pared”, me indica. Intento de nuevo. Y nada. “No es mi día”, pienso. Al notar cierta resignación en mí, la chica me dice que el secreto no es apretar con fuerza el pico, sino regular la presión con la yema del dedo.
CONSEJOS. En el curso se puede consultar a algún compañero cuando el grafiteo no funciona. (Foto: Rolando Andrade Stracuzzi)
El resultado es inmediato. Las líneas fluyen finas y firmes en la superficie. Entonces voy cambiando de picos y probando líneas rectas, serpenteantes, círculos, lo que fuese.
Luego, Pelado -que no está tan presente sobre el alumno, sino que es más bien un motivador grafitero grupal- nos enseña como esfumar un grafiti (tomando distancia) y remarcar los contornos de las letras. “Con dominar estas técnicas ya saben lo más importante”, dice, mientras nos invita a ir bajo el puente de la autopista, agarrar varios aerosoles. Y arreglate como puedas con este arte.
DESTACADO. La base blanca sirve para que las letras rojas resalten. (Foto: Rolando Andrade Stracuzzi)
Los “grafiteros” tenemos disponibles toda una pared lateral que sostiene el puente de la autopista. Y me dirijo hacia la parte más elevada, al borde de un guardarraíl. “¡Qué heavy que es esto!”, pienso en plena subida.
Entonces, comienzo a delinear esa palabra anglo en color rojo y plateado, enmarcadas con algo de tono violeta. Pero antes, fondeo ese pequeño sector con aerosol blanco para que resalte más la leyenda. La tipografía se deforma, se pone gruesa, chorrea, entonces aplico velocidad y acerco el aerosol para afinar el trazo. Va queriendo. Y para darle cierta impronta propia a la letra, mezclo colores.
GRAFITI ROJIBLANCO. El resultado de la intervención mezclando color rojo y plateado, con fondo blanco. (Foto: Rolando Andrade Stracuzzi)
Mientras los autos me pasan cerquita por la ruta, en cuclillas, hago malabares con el aerosol dándole los últimos trazos a mi último rastro de intervención urbana. Luego me convocan a pintar con brocha, que la cargo mucho con un rojo furioso para rellenar la base de la letra I, de la palabra Reciclator, que cruza la pared del bajo puente. Es más fácil que grafitear.
Al igual que en mi experiencia periodística forjando un cuchillo -en donde aún tengo un cosquilleo molesto en el brazo derecho- acá también tuve mi consecuencia, aunque temporal: una leve tendinitis en la parte inferior del antebrazo izquierdo por apretar con demasiada fuerza el pico del aerosol. No hay caso.
PROFESOR. Alfredo Segatori al mando de un curso que ya lleva casi una década. (Foto: Rolando Andrade Stracuzzi)
Datos básicos
Aerosol Urbano es todos los sábados de 14 a 17 hs. en Salguero y bajo puente autopista Illia, Capital. Valor: $1.000 mensuales. Incluye látex, pinturas, pinceles, no los aerosoles. Info en: aerosolurbano@gmail.com