La mamá de una nena española supuestamente enferma fue descubierta después de gastar la plata que pedía por Facebook para poder afrontar el tratamiento de su hija.
La movida solidaria fue muy importante y se llegaron a conseguir casi 14 mil euros (más de 400 mil pesos). En las redes sociales, Hamida Suárez Ounanian decía que la menor tenía una enfermedad del sistema inmunitario y necesitaba conseguir fondos para ver a los mejores especialistas.
El posteo de Facebook de la mamá de la menor donde pedía plata para atender a la nena.
La increíble estafa la advirtió el Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla, donde se iba a realizar el aparente tratamiento. El centro médico descubrió que, en realidad, los estudios que tenían que hacerle a la menor eran sin costo. Y que no había que afrontar ningún tipo de gasto.
De esa manera, la Justicia pudo establecer que la mamá se había gastado diez mil euros (300 mil pesos) de los casi 14 mil recaudados.Y que había hecho compras de ropa, comida y restaurantes.
Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla (Google Maps), donde se iba a realizar el tratamiento.
También se descubrió que la mujer gastó más de 1.000 euros en juegos de bingo online y otras cantidades en otros establecimientos de muebles y decoración para el hogar.
La Fiscalía considera que existen indicios de que las cantidades recibidas “no se están destinando a la atención de la referida menor, sino a la atención de gastos corrientes de la familia, lo que a juicio de la Fiscalía pudiera ser constitutivo de delito de estafa”. Este tipo de infracciones suponen penas de seis meses a tres años de prisión.
Además, le pidieron a la mujer el cierre de la página de Facebook y el bloqueo de la cuenta bancaria publicada para recibir donaciones. Todo con la intención de evitar que la mujer consiga seguir lucrando a costa de la supuesta enfermedad de su hija.
Una mirada hacia afuera y otra hacia adentro. La última jornada de la cumbre de la Red Global de Editores (GEN, por sus siglas en inglés), que terminó anoche en Lisboa, concentró las preguntas básicas del periodismo hoy: su función y su futuro. Una provocativa pregunta encendió el debate. ¿Es el periodismo la oposición a los populismos? La primera respuesta la tuvo la editora Margaret Sullivan, columnista de medios de The Washington Post, uno de los diarios norteamericanos que recibe andanadas diarias del presidente Donald Trump. El interrogante, sin embargo, abarca un universo más amplio porque esta tensión es un común denominador de la relación entre regímenes de distinta orientación ideológica pero que tienen en común su animadversión al escrutinio y control del periodismo, y a su reemplazo por la propaganda.
Refiriéndose a Trump, Sullivan les dijo a los editores que la Casa Blanca se considera bajo ataque por el ejercicio del periodismo, que no hace otra cosa que contar historias, comprobar si el gobierno miente o dice la verdad cuando da su versión de los hechos y refleja su punto de vista en columnas de opinión claramente diferenciadas de las crónicas. Es decir que se cumple con el protocolo básico del periodismo.
«Cuando hablamos de mentiras -agregó la periodista-, hablamos de algo intencional. Y Trump lo hace». Reconoció que la cobertura de las elecciones norteamericanas fue un fracaso porque el deseo de una derrota de Trump contaminó la narración periodística.
¿Dónde está la línea entre explicar más y mejor y no convertirse en un actor político?, se preguntó la reconocida columnista de medios, quien se define como la «millennial más antigua del mundo». Recordó el papel que jugó el periodismo -y su diario- en los resonantes casos de «Los papeles del pentágono» (que recientemente se revivió en la película «The Post», con Meryl Streep y Tom Hanks) y Watergate, que terminó con la presidencia de Richard Nixon.
El cruce de este delicado límite se puede evitar respetando con rigurosidad el rol de periodista, dijo. Sobre el mismo punto, ya en diálogo con los participantes de la Cumbre, Sullivan ponderó la capacidad de equilibrio y oficio que permiten evitar caer en las trampas de sesgar una cobertura o de hacer mera propaganda.
Hubo otro foco del debate, una mirada más endogámica sobre el trabajo de los periodistas y la transformación digital de las redacciones.
Greg Barber, Emilio García-Ruiz y Catarina Carvalho, en la cumbre del GEN.
Los personajes más importantes de las redacciones son el editor general, el jefe de redacción y el jefe de tecnología, describió Emilio García-Ruiz, Managing Editor Digital de The Washington Post, el diario cuyo propietario es Jeff Bezzos, el creador de Amazon. El jefe de tecnología «no puede ser solo el tipo que aparece cuando lo llaman por un problema técnico en la redacción, sino que debe estar junto a los editores, participando activamente del proceso de publicación de las noticias», aclaró García-Ruiz, un americano cuyos padres se asilaron en Washington durante la guerra civil española.
The Washington Post tiene actualmente un millón de suscriptores digitales y su muro de pago sólo tolera un artículo gratuito.
Cuando se refirió al proceso de aprendizaje en la transformación digital expresó: «Nuestro peor error fue pasar demasiado tiempo tratando de educar a la gente con mentalidad de diario impreso para la lógica del trabajo digital». Continuó: «Ya es 2018. Si aún hay gente que no quiere trabajar para el digital es demasiado tarde para ellos».
García-Ruiz fue muy enfático en un punto. Si las redacciones se reducen demasiado y pierden calidad, estarán en desventaja para ofrecer un periodismo atractivo para los suscriptores. La experiencia de The Washington Post fue a la inversa y mejoró su plantel de periodistas. Sin embargo, tuvieron experiencias fallidas que provocaron cambios drásticos en la redacción para responder a las demandas de innovación y de originalidad en los enfoques.
«Todo se trata de estrategia. Si tomas una historia y la cuentas muy bien, podés hacer diferencia aún en redacciones reducidas», agregó.
Ricardo Kirschbaum, Héctor Gambini, Emilio García-Ruiz y Miguel Wiñazki participaron en la cumbre.
Previamente, en otro panel se advirtió que la pasividad en las redacciones ante la irrupción digital tiene un altísimo riesgo que puede afectar el futuro del medio.
Para los suscriptores son claves las estrategias de fidelización como el envío de newsletters (noticias a través de los emails de los usuarios) y los podcast (breves mensajes de audio con noticias), aunque este tipo de acciones son difíciles de monetizar, advirtió Diogo Queiroz de Andrade, director adjunto del periódico portugués Público.
La octava Cumbre del GEN se despidió de esta bella ciudad hasta 2019. El sol se hundía en el río Tajo. Fue un bello adiós.
En diagonal a una de las entradas de la Reserva Ecológica, después de pasar por la fuente de las Nereidas y en dirección a la Ciudad Deportiva, se encuentra el Museo de Calcos y Escultura comparada Ernesto de la Cárcova. Allí está el calco del David de Miguel Angel, que por sus magníficas dimensiones deja ver sus piernas y sus nalgas a través de la puerta sin necesidad de entrar. Recién adentro y levantando la mirada se completa la imagen de esa escultura imponente y una de las más conocidas y renombradas de la historia del arte. Es en ese lugar, en otra de las salas del museo, donde se exhibe desde este sábado y hasta fines de julio la muestra Berni, Ramona y otras mujeres que propone un recorrido por la obra del artista, ajustada a la temática de la mujer y desde diversos abordajes formales y temáticos; siempre con la impronta del compromiso social de denuncia que caracterizó casi toda su obra.
Desmenuzando el nombre de la muestra, empezamos por Berni, que regresa a la Argentina en 1931 y pone de manifiesto su interés por contar con sus obras lo que se ve y no se ve, o no se quiere ver, o no se quiere mostrar, concibiendo el arte como testimonio y como acción.
En 1932, acompaña con su cámara Leica a Rodolfo Puiggros en su investigación sobre los prostíbulos rosarinos del barrio Pichincha y realiza una serie de fotografías en varios de ellos.
Berni sacaba fotos en los prostíbulos para crear sus figuras femeninas.
Con la cámara escondida documenta la realidad que se vivía en esos sitios, logrando captar imágenes que sirvieron a la investigación luego publicada por Puiggros en Rosario Gráfico con el título “En la atmosfera infecta del burdel extingue su voluntad la juventud”. Así como Berni escondió su cámara, Puiggros lo hizo con su identidad, con el seudónimo de Facundo, para poder escribir abiertamente su parecer, en contra de la hipocresía o doble moral.
“Berni, debía disimular la presencia de su cámara, muchas veces ocultándola por debajo de la mesa o camuflándola sobre ella, lo que lo llevó a la concreción de fotografías con encuadres, puntos de vistas y fuera de foco que les otorgan un carácter que lo alejan de lo meramente documental. Este material fotográfico, sin duda, constituye un antecedente en el desarrollo del mundo Ramona Montiel y sirve, en el año 1980, como disparador concreto para la realización de una serie de dibujos en los que retomaba el mundo de los burdeles” describe Cecilia Rabossi, curadora de la muestra.
Mujeres. Obra de Antonio Berni.
En la nota periodística publicada en 1932 aparecen solo dos fotografías, pero en la muestra pueden verse 18 tomas de esa producción fotográfica, en las que las mujeres llevan ropas ligeras y los varones saco y sombrero puestos, conversan, alguna está sentada sobre las piernas de uno, y otra, sin saberse observada, escribe quizás una carta, alguna sonríe a la cámara que quizás vio, o sólo le sonríe al fotógrafo y éste aprovecha…Todas hechas secretamente a la clara luz del día.
Por el paso del tiempo y el deterioro del material original las fotografias debieron ser restauradas y retocadas; en alguno de los casos se dejó que se vea la imagen inconclusa. La serie está presentada en un tamaño mediano y las fotos dispuestas una al lado y arriba y abajo como formando un damero. Quizás para darle la idea de conjunto. Quizás por el espacio reducido. Probablemente lucirían mejor con más espacio entre una y otra, y con marco y vidrio tendrían acabadamente el sentido de fotografía documental y artística.
Seguimos con Ramona, de la que se pueden ver xilcollages, y un video sobre las ambientaciones La caverna de Ramona en la galería Rubbers (1967), El mundo anímico de Ramona en el teatro Opera (1970) y El mundo de Ramona en Expo show (1970) realizadas por el artista. Este material es acompañado por el afiche original de La caverna de Ramona. Recorriendo este sector de la muestra, la curadora refiere la gran inquietud que sentía Berni por explorar constantemente nuevas formas y posibilidades de expresar y contar. Así es que hay registro de el artista investigando las posibilidades que podían darle las primeras computadoras, por ejemplo, algo a lo que otros artistas más jóvenes como Pablo Suarez no se le atrevían por entonces.
Queda en anécdota por el momento, porque la curadora continua investigando y buscando material y fuentes, una intervención que Berni hizo en el baño de La Botica del Angel: los presentes aquel día hacian cola para ir al baño y adentro se encontraban con frascos con muñecos adentro, en alusión quizás al aborto.
Con Ramona cuenta la vida de una mujer en la ciudad, una mujer pobre, que puede ser trabajadora o prostituta, que se aguanta pero que también lucha, que tiene sueños no realizados y otros un poco sí. Lo que también tiene Ramona es que seduce con esas tramas que logra maravillosamente Berni en sus vestimentas o su desnudez.
A los besos. En la obra de Antonio Berni.
Las otras mujeres están en la presentación de la serie Obsesión de la belleza de 1976, son doce serigrafías de las que se presenta el original de una de ellas acompañado de un video donde se puede ver el trabajo de investigación y recopilación del material con el que luego llevó a cabo su trabajo. Esas mujeres Berni las representa voluptuosas y un poco poseídas, de manera irónica, bastante cómica y con una buena carga erótica, también. Se detiene en la coerción ejercida por los modelos hegemónicos de belleza femenina a través de la publicidad.
También las otras mujeres están representadas en xilocollages que bien pueden ser sueños extendidos de Ramona, de sentimentos, de desencuentros, de lo perdido y lo añorado.
El disfrute de la lectura y un baño placentero aparecen, gracias, como un derecho ganado.
Dónde: Museo de la Cárcova. Av. España 1701 (esquina Elvira Rawson de Dellepiane ), Costanera Sur.
Cuándo: hasta el 29 de julio, de martes a domingos de 10 a 18.
Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia no tan lejana, las películas de Star Wars eran un sorprendente éxito. Empezó en 1977 con La guerra de las galaxias y por primera vez se hablaba de blockbuster -aunque el Tiburón de Spielberg había inaugurado esto de la temporada alta de estrenos en el verano boreal-.
Ahora la “noticia” no es cinematográfica, o sí, en tiempos en los que sería más importante contar dólares que historias en el mundo de Hollywood.
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Muchos comienzan a preguntarse -tardíamente- si el universo creado por George Lucas no merecería una vuelta de tuerca, actualización o simplemente un recalculando.
Por los Estados Unidos se están desgarrando las vestiduras hasta dejar semidesnudo a Yoda: Han Solo: Una historia de Star Wars recaudó en su primer fin de semana -largo allá, ya que fueron 4 días y no 3- 103 millones de dólares. Es la recaudación más baja que haya tenido cualquier película que tenga Star Wars en algún lugar de su título. Esto es, sea de la saga troncal, que empezó en 1977 o alguno de sus derivados o spin-offs.
Donde sí empieza a convertirse en noticia cinematográfica es que debido a la baja performance del filme con Alden Ehrenreich como un joven Solo, muchos comienzan a preguntarse -tardíamente- si el universo creado por George Lucas no merecería una vuelta de tuerca, actualización o simplemente un “recalculando”.
Desde que Disney compró Lucasfilm e hizo dos películas de la saga Star Wars (los episodios VII y VIII, El despertar de la Fuerza y Los últimos Jedi, más los spin-offs Rogue One y Han Solo) le llovieron críticas llenas de prejuicios. Prejuiciosas porque no habían siquiera escrito una letra del guión de la primera, y ya decían que iban a arruinarlo todo.
Algunos dirán que lo hicieron, otros que no. Hubo problemas con los cortes finales de casi todas ellas, con cambios de guión, llamado a directores para que recursaran las historias y hasta finales diferentes.
Pero lo que pasó con Han Solo -que haya recaudado “tan” poco- sería el acabose. Porque demandó US$ 250 millones y tal vez no llegue ni por asomo a recaudar cuatro veces su costo en el mercado mundial, como se esperaba.
En Disney lo denominan el síndrome Chicken Little, porque aquella película animada estrenada en 2005 costó US$ 150 millones y en territorio norteamericano no recuperó la inversión, cosechando US$ 135 millones.
Y Han Solo podría rebautizar el síndrome.
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La película en solitario de Lando Calrissian, con Donald Glover, que aparece en Han Solo y le puso la voz a Simba en la nueva El Rey León, que Disney estrena el 18 de julio del año que viene, está, parece, en stand-by. No así la de Boba Fett.
La pregunta, si cabe, es por qué no funcionó tan bien como las otras películas.
La palabra sería sobresaturación.
Para algunos, el estreno estuvo muy pegado al de Los últimos Jedi, que fue en diciembre, y le restó interés.
Qué pasaría, entonces, con las producciones de Marvel, que se estrenan no ya dos por año, sino hasta cuatro en un año calendario.
Para otros, la película no movió la aguja porque el público presintió que Han Solo era simplemente un apéndice que usufructuaba la marca.
Si bien tantos unos como otros tienen razón, hay algo que evidentemente no prendió en el público. Falta de carisma de Ehrenreich, poco humor -la gente no se ríe en las funciones-, falta de una firma desde la dirección -entendida como estilo o entidad-, que en estas películas suele garantizar, al menos, una línea a seguir.
Consecuencias: Alden pueda que termine pagando los platos rotos, y Lucasfilm no utilice la cláusula de rodar tres producciones más con él como protagonista.
La película en solitario de Lando Calrissian, con Donald Glover, que aparece en Han Solo y le puso la voz a Simba en la nueva El Rey León, que Disney estrena el 18 de julio del año que viene, está, parece, en stand-by.
No así la de Boba Fett.
Y lo más importante: se estaría revisando la galaxia entera a futuro.
En diciembre de 2019 estrena el Episodio IX, dirigido por J.J. Abrams (El despertar de la Fuerza y creador de Lost). Y las nuevas sagas anunciadas, con Rian Johnson detrás de ellas, no contarán con la familia Skywalker. Lo mismo con la serie de TV que los creadores del fenómeno Game of Thrones, David Benioff y D.B. Weiss, están preparando.
No se salva ni R2-D2.
En épocas de reciclaje, barajar de nuevo es más que una opción. Tal vez sea la mejor, o la única.
El peón de un campo en Chubut ve un hueso gigante en el suelo y así comienza una historia de película en el sur de la Argentina. El hombre avisa al patrón y llaman al Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF). Corre el año 2012.
Tres años de excavaciones después, paleontólogos del CONICET anuncian el hallazgo de restos fósiles de al menos seis ejemplares del dinosaurio más grande conocido hasta el momento.
La especie fue bautizada Patagotitan mayorum, en honor a la Patagonia y a la familia Mayo, dueña de la estancia La Flecha. En el nombre no hay nada de Aurelio Hernández, el peón que lo descubrió. Pero el gigante de 40 metros de largo y 20 de alto volvió a cambiar de identidad. Ahora se llama «Máximo» y su réplica viajó dos meses desde Argentina para ser desde el jueves la atracción central de una muestra en el Field Museum de Chicago, EE.UU.
Destronó al titanosaurio argentino, que desde 2016 atrae turistas de todo el mundo en el Museo de Historia Natural de Nueva York.
En agosto del año pasado, el equipo de científicos que lideró la campaña presentó al «gigante entre los gigantes» en un artículo publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the Royal Society B. Allí describieron cómo fue la evolución del gigantismo en este grupo de dinosaurios.
“Encontramos más de 150 huesos sepultados en rocas del Cretácico Inferior, hace más de 100 millones de años. Calculamos que tenía casi 40 metros de largo, con 12 metros de cuello y pesaba 70 toneladas. Se encontraron otras especies muy grandes de la misma edad. Estos gigantes estaban muy relacionados entre sí, pertenecen a una misma agrupación que contiene un antepasado común”, explicó a Clarín Diego Pol, investigador principal del CONICET en el MEF.
Las piezas que dan forma a la réplica que conmueve a Chicago fueron realizadas íntegramente en Trelew en un proceso de scaneos láser e impresiones 3D que duró un año. El viaje desde el Sur a Norteamérica fue una verdadera odisea (ver a parte).
Máximo entra por completo en el Stanley Field Hall. «Es un montaje logrado. El hall de entrada del museo de Chicago es gigante. Se hizo una instalación para que la cabeza quede enfrente del balcón del primer piso. Se lo va a poder ver de arriba, de abajo y con una perspectiva que empieza desde la cabeza. Va a ser la nueva estrella. Y le pusieron ese nombre por su tamaño pero en español para que se sepa de dónde es», dice Pol, orgulloso.
El titanosaurio más grande del mundo, confeccionado en Hamburgo, a la entrada de Trelew.
Su llegada al museo de Chicago hizo que, tras 18 años de éxito, se mueva a «Sue», el tiranosaurio rex más famoso del mundo por ser el esqueleto más completo hasta el momento. Su popularidad se opacó con la llegada de Máximo, que en las fotos hasta parece estar sonriendo.
Mientras tanto, una tercera réplica del Patagotitan mayorum espera encontrar lugar en la Argentina. «Estamos en un proceso de expansión del museo porque el dinosaurio no entra en la sala de exhibición. El desafío más grande es encontrar un lugar adecuado para el tamaño monumental», cuenta Pol.
El tamaño corporal en general de los dinosaurios herbívoros de cuello largo está relacionado con una estrategia para la supervivencia. A mayor volumen, menor riesgo de ser comido por un dinosaurio carnívoro. El tamaño depende de muchas variables ecológicas y fisiológicas: una cabeza muy pequeña con respecto al cuerpo y un cuello muy largo para cubrir un área de forrajeo grande sin necesidad de trasladar el cuerpo. Mover sus 70 mil kilos representaba un gran gasto energético.
Otro rasgo interesante para los paleontólogos es la cantidad de restos preservados. «Lo más común para estas especies gigantes es que se conozcan por fósiles muy fragmentarios. Pero el Patagotitan mayorum es de los más completos que conocemos. Estos titanosaurios murieron en lo que creemos sería una planicie de inundación que son zonas anegables cercanas a los ríos. Los restos de animales que murieron ahí fueron cubiertos por sedimentos en sucesivos episodios de aumentos del caudal del río. Es un ambiente ideal para sepultar animales de este tamaño. «, aclaran desde el CONICET.
De estas especies se encontraron en buen estado de preservación patas traseras, delanteras, parte de la cintura, columna vertebral, cuello y algunos dientes. Cuanto más pesado era el cuerpo más robustos eran los miembros.
Para calcular las 70 toneladas de peso de Máximo se hizo una reconstrucción volumétrica del animal con un esqueleto tridimensional digital. «Con este dato y el valor de la densidad promedio de un animal se pudo estimar el peso por estas dos técnicas. Lo interesante es que las estimaciones de estas metodologías son similares y coincidentes, lo que respalda los valores que suponíamos que tienen”, explican los expertos.
Un dato más es que en ese campo de Chubut había al menos tres niveles diferentes con fósiles, lo que indica que hubo tres eventos de sepultamiento. Esta es una primera evidencia de lo que se llama «fidelidad al sitio», ya que los dinosaurios volvían a ese lugar, y es la primera vez que se hallaron pruebas del comportamiento de un dinosaurio tan grande.
Un día como hoy pero de 1926, nació la modelo y actriz estadounidense Marilyn Monroe (Norma Jean Baker su nombre real o Mortenson apellido de su padrastro), para muchos considerada una de las mujeres más sensuales de la historia.
Marilyn Monroe con el vestido de la película «Los caballeros las prefieren rubias». Foto: AP
Marilyn Monroe en una escena de la película «La comezón del Séptimo Año» en Manhattan, 1954. /AP
Marilyn Monroe en 1953. /AFP
En la pelicula «Bus Stop» Marilyn Monroe interpreta a un cantante de café. /AP
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Una carrera es una cosa maravillosa, pero no sirve para acurrucarse contra ella en una noche fría.
Marilyn Monroe
Foto tomada entre 1954 y 1958 en Nueva York. AFP
Sesión de fotos en una piscina. Foto. Lawrence Schiller
Tuvo una infancia dura donde paso por varios orfanatos, a los 20 años comenzó su carrera artística, como modelo, tras algunos papeles en varias películas menores. En 1950, J. Hyde (un caza talentos) le propuso participar en los filmes La jungla de asfalto y Eva al desnudo, con los cuales empezó a consolidarse su carrera como actriz.
Marilyn en una de sus clásicas poses sensuales. Foto: EFE
Marilyn Monroe, el mito de Hollywood e ícono del siglo XX . Foto: EFE
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No me importa vivir en un mundo de hombres, siempre que pueda ser una mujer en él.
Marilyn Monroe
Marilyn cuando comenzaba su carrera. Foto: AP
A partir de entonces, participó en películas como Los caballeros las prefieren rubias (1952), Niágara (1953), Con faldas y a lo loco (1959) y Vidas rebeldes (1961) la convirtieron en un auténtico mito erótico de Hollywood, gracias a su especial fotogenia. En 1954 estuvo casada, durante nueve meses, con el jugador de béisbol Joe DiMaggio, y en 1956 se unió al dramaturgo Arthur Miller, de quien se separó en 1961.
Marilyn Monroe y Steve Smith, cuñado del presidente John Kennedy. /AP
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Pero si no puedes lidiar conmigo en mi peor momento, definitivamente no me mereces en el mejor.
Marilyn Monroe
Una de sus primeras sesiones de fotos como modelo, 1946. Foto. AP
Marilyn Monroe en 1949. /EFE
Marilyn Monroe en primera sesion de fotografias en 1946: /EFE
Marilyn Monroe,1946: /EFE
Sus frustraciones sentimentales, así como sus constantes enfrentamientos con la industria de Hollywood en su intento de imponerse como actriz dramática, y sus adicciones la hundieron en una depresión. La encontraron sin vida el 5 de agosto de 1962 producto de una sobredosis con Nembutal.
La respuesta fue casi inmediata. Apenas iniciado el primer contacto, bastaron 10 minutos para recibir el primer e-mail. “Sí, me encantaría charlar. Gracias por escribir y por haber pensado en mí”, devuelve el mensaje con gentileza Hernán Díaz desde Nueva York, donde vive desde hace unos 20 años.
Sin dudas, su vida comenzará a tomar un giro inesperado: Hernán Díaz es el primer escritor argentino en ser finalista de un Premio Pulitzer. Este año, su ópera prima In the Distance (que podría traducirse «A lo lejos») fue aclamada por la crítica y por los lectores estadounidenses al punto que en abril fue distinguida para competir en la categoría “Ficción” por el prestigioso galardón. El premio se lo quedó la novela Less (Menos)de Andrew Sean Greer, pero mientras tanto Díaz también fue finalista del premio PEN/Faulkner a la mejor obra estadounidense en el mismo género.
In the Distance es un western no convencional en el que Håkan Söderström, un inmigrante sueco, atraviesa los Estados Unidos en 1850 en busca de su hermano que está perdido en Nueva York. Ambos se extraviaron en el puerto de Portsmouth, en el Reino Unido. El propio Díaz creció en Suecia, como hijo de exiliados políticos y, aunque volvió luego al país, estudió en Londres y en Nueva York. Hoy Es director adjunto del Instituto Hispánico en la Universidad de Columbia, donde edita la Revista Hispánica Moderna,
En diálogo con Clarín, Hernán Díaz (44 años) revela las principales características de su primer libro, el significado de haber sido seleccionado para un Pulitzer y su mirada sobre la literatura.
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El western romantiza la explotación insaciable de la naturaleza, el racismo, el fetiche de las armas, la frivolización de la violencia, el machismo, el genocidio, la avidez expansionista, la obsesión con la propiedad privada, el individualismoHernán Díaz
-¿Cómo es su novela?
-Es la historia de un joven sueco que emigra a los Estados Unidos alrededor de 1850. Junto con su hermano, se embarca rumbo a Nueva York. Jamás han estado en una ciudad (viven en una granja remota); no saben leer ni escribir; no hablan inglés. En un puerto en Inglaterra, se pierden en la multitud. Håkan, el más joven, se sube al barco equivocado y termina en San Francisco. Sin tener idea de la extensión o la naturaleza del continente, decide cruzarlo a pie para ir en busca de Linus, su hermano mayor, que llegó a Nueva York. La travesía de Håkan va a contrapelo de la historia, ya que la novela transcurre durante el período denominado el “destino manifiesto” de los Estados Unidos: la gran migración hacia el oeste de pioneros y buscadores de oro, entre otros. El héroe va hacia el este, contra esta gran ola.
-¿Cómo surgió la idea es escribir In the Distance y por qué?
-Fue pura casualidad: leí varios libros que transcurren en desiertos escritos por autores de diferentes tradiciones (Lermontov, Gutiérrez, Buzzati, T.E. Lawrence). Me pregunté si habría algo específico en cada uno de estos desiertos. Si solemos definir el desierto como una gran nada, ¿puede haber “nadas” diferentes? Y si no hay ninguna marca contextual, ¿se puede ser extranjero en un desierto? Estas preguntas llevaron a las cuestiones fundamentales de la novela: la soledad, la sensación de claustrofobia en medio de una extensión ilimitada, la desorientación total en el espacio (el personaje principal no sabe ni que la tierra es redonda) y en el tiempo: Håkan tampoco sabe su edad, en qué año vive ni cuánto pasa en cada lugar.
-¿Cómo llegó a ser finalista de la categoría “ficción” de un Pulitzer con su primer libro?
-No tengo idea de cómo el libro llegó a ser finalista del Pulitzer. El proceso es muy confidencial y no se sabe nada antes del momento en que hacen el anuncio. Estaba escribiendo en un café cuando de golpe mi computadora estalló.
-¿Qué significa para usted haber sido finalista de un premio tan significativo?
-Es muy difícil publicar un libro aquí, en los Estados Unidos. Llevo muchísimo tiempo escribiendo, sin encontrar una editorial o un agente. De hecho, tengo una novela entera inédita que escribí antes de esta. Por suerte Coffee House Press, una editorial independiente absolutamente increíble, decidió publicar In the Distance. Creo que ser finalista de este premio facilitará las cosas un poco en el futuro.
Biblioteca. Díaz, en su casa de Nueva York. /Adriana Groisman
-¿Qué elementos ha tomado como referencia al momento de escribir In The Distance?
-He leído libros sobre literatura del siglo XIX. Me inspiré en novelas de aprendizaje y de aventuras, en varios relatos de naturalistas, en narrativas del mar y textos trascendentalistas. También traté de ser muy cuidadoso con el lenguaje: no quise abusar de arcaísmos o usar palabras con “color local”.
-¿Qué diferencias podemos encontrar en In The Distance con el formato de una novela de western americano tradicional?
-La diferencia más obvia es que el personaje va hacia el este y no hacia el oeste. Pero es solo la más superficial de las transgresiones. Dadas las implicaciones ideológicas del western, tuve que moverme con mucho cuidado. Debería haber sido el género fundacional de los Estados Unidos. Ofrece una visión romántica y glamorosa de las cualidades más cuestionables de la historia norteamericana: la explotación insaciable de la naturaleza, el racismo, el fetiche de las armas, la frivolización de la violencia, el machismo, el genocidio, la avidez expansionista, la obsesión con la propiedad privada, el individualismo a ultranza, la desconfianza respecto del Estado. Estos defectos aparecen como virtudes en el western. Y sin embargo este género nunca parece haber despegado en la literatura, sí en el cine. Me pareció que era una suerte de género abandonado. Y como tiene una carga política tan fuerte, se me ocurrió que ocupar y subvertir el western ofrecía la posibilidad de decir algo más o menos nuevo sobre la historia de este país y, al mismo tiempo, intervenir en su canon literario.
El oeste. Un sitio ya mítico en el cine estadounidense.
-¿Entonces, cómo explica al western en la literatura norteamericana?
-Tiene que ver con el carácter regionalista del género. No me parece que este provincianismo intencional se conjugue bien con las ambiciones de universalidad que tiene cierto costado de la cultura norteamericana. Pero es un enigma. Lo cierto es que hay precursores en la literatura estadounidense como Washington Irving, James Fenimore Cooper, Bret Harte, Stephen Crane, Mark Twain y Willa Cather. También hay escritores maravillosos que han escrito “anti-westerns”: Oakley Hall, John Williams, Cormac McCarthy, Charles Portis, David Markson… Pero, ¿dónde están los escritores que esos precursores deberían haber generado? ¿Dónde están los autores contra los cuales se escriben anti-westerns? Allí hay un vacío. El western clásico comienza en 1902 con The Virginian de Owen Wister. Medio siglo después de la “conquista” del oeste y décadas después del telégrafo, el ferrocarril, el alambrado y la Guerra Civil, cuando el oeste estaba totalmente domesticado. Autores clásicos del género, como Zane Grey son ignorados.
Borges. Una influencia fundamental.
-¿Se puede comparar al western con otros géneros literarios en cuanto a su influencia en la literatura?
-Si lo comparamos con dos otros géneros norteamericanos, el policial y la ciencia ficción, decimos que nunca llegó a tener una influencia mayor en la literatura. El policial evolucionó y tuvo un impacto inmenso en autores más allá de ese género. Nos enseñó que la realidad no está dada sino que es un enigma ser descifrado a través de la lectura de indicios. Lo mismo en la ciencia ficción, que muestra los límites y paradojas de la razón. En cambio, el western no hizo nada por el estilo.
-¿Podría darnos algunos ejemplos de los modos en los que su novela subvierte el western clásico?
-La mayor parte del libro transcurre antes de la Guerra Civil (1861-65) y la mayoría de los westerns transcurren alrededor de la década de 1880. En el período de mi novela, todavía no se había desarrollado la industria ganadera. En vez de vacas había búfalos en las planicies. Y como no había vacas, no había vaqueros. El mío es un western sin cowboys. El libro toma varias escenas estereotípicas del género y las distorsiona. Hay un duelo sin revólveres, indios que no son indios, caballos lerdos y enfermos… Otro elemento importante: durante casi toda la novela, el protagonista no está, en un sentido estricto, en los Estados Unidos. Su derrotero es a través de lo que se conocía entonces como los unorganized territories -inmensas extensiones que no habían sido incorporadas a la Unión, por ende, no eran parte del país-. Quería que Håkan fuera un extranjero total, hasta el punto de ser un extraño en lugar que ni siquiera es un país.
-Uno de los aspectos característicos de su novela es la manera de describir paisajes fascinantes, con una precisión que asombra a los lectores norteamericanos. ¿En qué elementos se ha basado en hacerlo?
-Honestamente, fue la imaginación. Otro elemento importante que me ayudó a inventar estos paisajes fue la lectura de literatura de viajes y relatos de naturalistas del siglo XIX. Son autores no demasiado frecuentados, pero sus textos son maravillosos: Richard Henry Dana, Francis Parkman, Narcissa Whitman, John Muir, William Bartram, etc.
-En varios pasajes de la novela usted hace hincapié en el aislamiento y en la supervivencia de Håkan Söderström, su personaje central. ¿Podríamos trazar algún paralelismo con aspectos de la vida real o de su vida personal?
-Sí. Hay ciertas correspondencias con mi vida. La principal es la experiencia de la extranjería. Aunque nací en la Argentina, mi familia se mudó a Suecia cuando yo tenía dos años. Si bien fui muy feliz allí, era un extranjero. Y cuando volvimos a Buenos Aires (ciudad de la que no tenía ningún recuerdo) me sentí fuera de lugar durante mucho tiempo. Ni bien terminé mi licenciatura en Letras me mudé a Londres y después a New York, donde vivo hace ya casi veinte años. Håkan está totalmente aislado. Tiene una soledad radical. Pasa años en la inmensidad de las planicies sin hablar con nadie. Y en cierto punto el paisaje lo devora casi literalmente: cava un túnel y vive bajo tierra durante un largo tiempo. Me interesaba esa tensión entre su soledad y la extensión virtualmente infinita del paisaje.
-¿Podríamos decir que hay un resurgimiento del western como ficción literaria a partir de In The Distance?
-Eso sería demasiado. También debería aclarar que el western sigue teniendo una presencia en las letras estadounidenses: se publican docenas de novelas al año. En general son libros comerciales que se venden en supermercados y estaciones de servicio y no están en librerías o en bibliotecas. Es un género que ha sido marginado institucionalmente por la crítica, la academia, las editoriales.
-¿Cómo ha logrado hacer un personaje tan fascinante para el público?
-Trabajé con varios límites formales. Håkan no sabe inglés y por ende ni el narrador ni el lector entienden las conversaciones en este idioma durante la primera mitad del libro. Otra restricción fue que no quería acceder demasiado a la “interioridad” de Håkan. Traté de explicar quién era a través de la suma de pequeñas acciones en vez de revelar sus pensamientos. Finalmente, está el aspecto fundamental de su cuerpo. Håkan es gigantesco. La idea era que, tras cometer un terrible acto de violencia, no se pudiera ocultar, que siempre fuera tremendamente conspicuo y que esto lo llevara a su aislamiento absoluto. Siempre me gustó la idea de un cuerpo titánico en el medio de esa vastedad.
¿Cuánto tiempo le llevó escribir In The Distance?
-Tuve esta idea hace unos 20 años. Antes de ejecutarla, escribí una tesis doctoral, un libro académico y aquella novela inédita que había comentado. Durante todo este tiempo, el proyecto seguía flotando en mi cabeza y empecé una vaga colección de lecturas y notas. Una vez que me puse a escribir el libro en serio, me llevó unos seis años terminarlo.
-¿Qué técnicas utiliza para la escritura?
-Como vivo con mi familia en un departamento bastante pequeño, entonces todo el libro fue escrito en bibliotecas y cafés. No soporto el ruido; siempre uso auriculares inmensos. Escribo a mano y después paso todo a la PC. También me mando emails a mí mismo todo el tiempo con palabras sueltas, oraciones e ideas.
¿Qué proyectos tiene a futuro?
-He estado escribiendo varios cuentos, algunos ya salieron o están por salir, y acabo de terminar un par de ensayos que se publicarán pronto. Y de a poco se va gestando una novela pero todavía se encuentra en un estado brumoso.
¿En qué idiomas podemos leer In The Distance?
-En junio sale la edición británica. También se publicarán las versiones en francés, italiano y ucraniano. Creo que pronto se traducirá al holandés y alemán.
-Es muy importante para mí que la novela se publique en castellano. Siento que el libro está incompleto sin esa traducción. Estamos considerando diferentes opciones.
-¿Cuál es su mirada respecto de la literatura latinoamericana?
-En In the Distance hay varias referencias a la literatura gauchesca. La más obvia es que el caballo de Håkan se llama Pingo. Creo que los escritores latinoamericanos que más me influyeron son de los siglos XIX y XX: Sarmiento, Lugones, José Eustasio Rivera, Silvina Ocampo, Asunción Silva, Rulfo, Saer.
-También ha escrito un libro sobre Jorge Luis Borges. ¿Qué ¿Qué significa él para su vida?
-Ocupa un lugar central. Durante mi adolescencia, sus textos funcionaron como guías de lecturas: trataba de leer todos los autores que me encontraba en sus cuentos y ensayos. No es sorprendente que mi primer contacto con el canon estadounidense (Emerson, Hawthorne, Whitman, H. James, Poe) haya sido mediado por Borges. Mi libro sobre él discute su relación con los Estados Unidos que es bastante rara en la tradición latinoamericana.
-¿Cómo está compuesta su familia?
-Somos tres. Mi esposa produce películas. Nuestra hija está a punto de cumplir 8. Va a segundo grado y es cinturón azul de karate.
-Usted ha vivido en muchos países: Argentina, Suecia, Inglaterra y ahora Estados Unidos. ¿Cómo lo ha marcado cada país?
-Son países radicalmente diferentes y tienen un elemento ficcional. Suecia es el país de mi infancia y a lo largo de los años se ha convertido en un lugar un tanto mítico. Mis primeros recuerdos de la Argentina no son del país mismo, sino de las historias que contaban mis padres en Estocolmo. Inicialmente, Buenos Aires fue una serie de relatos y luego pasó a ser real. Con Estados Unidos pasó algo similar: mi primer contacto fue a través de ficciones.
-¿Qué trabajos realiza como director adjunto del Instituto Hispánico y editor de la Revista Hispánica Moderna?
-RHM es una revista fundada en 1934 que publica artículos académicos sobre literatura, historia, filosofía y arte en la Península Ibérica y Latinoamérica desde la Edad Media al presente. Son textos muy especializados escritos en inglés y en castellano. Ahí edito los ensayos. El instituto está a punto de cumplir 100 años. Borges dio una charla en 1962.
-¿Tiene planeado venir a la Argentina para presentar su libro?
-Desde luego. No me lo perdería por nada.
Ficha
Edad: 44 años.
Estado Civil: Casado con Anne, productora de cine. Ambos tienen una hija, Elsa, de 7 años.
Ocupación: Escritor. También es editor de la Revista Hispánica Moderna (RHM) de la Universidad de Columbia (EE.UU.).
Nacionalidad: Argentino. Vivió en Buenos Aires en dos oportunidades. A los 2 años sus padres se radicaron en Estocolmo (Suecia) y luego regresó al país hasta los 23, donde estudió Letras y se graduó en la UBA. Luego se radicó en Londres (Reino Unido) donde recibió una beca del British Council. También es ciudadano estadounidense. Desde hace 20 años que reside en Nueva York.
Libros: “In the Distance” (Editorial Coffee Press House). Antes, “Borges: between History and Eternity” (Editorial Bloombsury, 2012).
Argentinosy el Pulitzer
Solamente dos argentinos obtuvieron el premio Pulitzer, el prestigioso galardón que distingue los trabajos realizados por periodistas, reporteros gráficos, artistas y escritores, según la categoría.
Andrés Oppenheimer fue el primero. El reconocido periodista compartió el premio en 1987 con el equipo del Miami Herald que reveló el escándalo Irán-Contras.
En 2013, el reportero gráfico Rodrigo Abd, de la agencia Associated Press (AP), obtuvo el Pulitzer junto a otros colegas de España, México, Palestina y Jordania por su trabajo sobre la guerra civil en Siria en la categoría “Noticias de Último Momento”.
Es 1990. El cartel luminoso, entre luces de neón chillonas, reza Tropimanías. Las máquinas de humo trabajan a todo vapor, unos globos rebotan por ahí. Un grupo de músicos uniformados con amplias camisas tricolores -franjas de amarillo, celeste y fucsia- está al mando de teclados, guitarra, bajo y batería. El conductor de saco dorado anuncia: “Con ustedes, recién llegado de Córdoba, ¡El Bebote!” El que aparece -pelo largo, camisa con flecos, botas tejanas, un chupete colgando del cuello- es Rodrigo.
Pero su apellido es Romero: cordobés de Río Cuarto, 29 años, padre de tres hijos, albañil. “Llegué acá a través de un casting. Vi la convocatoria en las redes sociales: Si sos parecido a Rodrigo, mandanos tu foto. Soy fanático de él y del cuarteto desde chiquito, me lo inculcó mi mamá. Así que me animé a mandar una foto, empezó todo jugando y acá estamos”. Estamos en el rodaje de El Potro, lo mejor del amor en el estudio D de Crónica TV, en Congreso, el mismo en el que Rodrigo Bueno grabó una de sus primeras apariciones en la televisión porteña. Es 24 de mayo, justo el día en que hubiera cumplido 45 años.
En maquillaje. Rodrigo Romero, cordobés de Río Cuarto, 29 años, padre de tres hijos, albañil. “Nunca había actuado. Cantado, sólo en el auto o en la ducha”, dice. FOTO: JUAN MANUEL FOGLIA
Por ahí anda dando indicaciones, infusión en mano, una sonriente Lorena Muñoz, mucho más distendida de lo que se suele ver a los cineastas en pleno rodaje. Después del éxito artístico y comercial de Gilda, no me arrepiento de este amor, su debut en la ficción, los productores Fernando Blanco, Alejandro Cacetta y Mili Roque Pitt -de FAM Contenidos, aquí asociada a Corinthian, CT Films y Telefe- la convocaron para dirigir otra biopic del rubro. Con ustedes, la creadora del Nuevo Cine Bailantero.
“¡No, Dios mío! Me gusta el cine popular y, dentro de lo posible, que tenga una cuota de autor. Cuando hice Gilda, mucha gente me decía, sobre todo en Córdoba, que tenía que hacer la de Rodrigo. Y yo pensaba que no, porque iba a quedar encasillada. Después pensé: ¿Qué me importa? ¿Para quién estoy armando esa imagen? Además, partía con ventaja en cuanto a la investigación porque ya había dirigido para canal Encuentro una serie de documentales sobre personajes populares argentinos, entre los que estaba Rodrigo. Entonces acepté. Pero ya está, no voy a seguir por esta línea”.
Como en Gilda, Muñoz escribió el guión junto a Tamara Viñes. Contaron con el visto bueno de Ramiro Bueno, el hijo de Rodrigo, dueño de los derechos de imagen de su padre. El chico de 20 años -periodista deportivo y futbolista de las inferiores de El Porvenir, uno de los sobrevivientes del accidente que el 24 de junio del 2000 terminó con la vida de Rodrigo-, incluso participa del rodaje: es uno de los músicos de la banda. Y su tío materno, abogado, está en el set supervisando todos los detalles.
-¿Cuánto limita filmar una biografía autorizada?
-No lo sentí como una limitación. Al revés: nos ayudó a ser más creativas al escribir. Es lógico que la familia quiera cuidar ciertos aspectos. Yo también lo haría. A nosotras no nos interesa el aspecto amarillista de la historia: nuestra mirada va por otro lado. La película termina en el momento del accidente. Acá no hay una búsqueda de la verdad, porque las verdades son miles: cada una de las novias, cómo fue el accidente, si lo mataron… Esta es nuestra mirada de autor sobre Rodrigo.
Marcaciones en medio del rodaje. Fue en el estudio de Crónica TV, donde Rodrigo Bueno actuó varias veces.
Ahora Rodrigo está cantando Solo importas tú, de Franco de Vita. Detrás de cámara, la coach de actores María Laura Berch le indica los pasitos de baile que tiene que seguir. Otra coach hace lo mismo con las coristas. Al final de la canción, El Bebote Cordobés tirará chupetes hacia la tribuna. Un asistente ya les pidió a los extras que los devuelvan por si hay que repetir la toma.
“Nunca había actuado. Cantado, sólo en el auto o en la ducha”, dice Romero. Además del parecido físico y el nombre, comparte con Bueno haber abandonado la escuela casi a la misma edad, después del primer año del secundario. “No quería estudiar. Hice de todo: trabajé en un lavadero, una panificadora, un frigorífico de pollos, de pintor, de gasista… Lo último fue en la construcción. Se labura de lo que hay, eso me enseñaron. De todos los trabajos que he hecho, este es el que más disfruto. Después de mis hijos, esto es lo más grande que me pasó en la vida. Y las devoluciones son buenas: dicen que estoy trabajando bien”.
Muñoz va un poco más lejos: “El es una especie de milagro. Tiene un carisma tremendo, canta muy bien y nunca estudió canto, tiene una verdad ante la cámara que es impresionante y nunca estudió actuación. Y se llama Rodrigo: esas cosas del destino, señales”.
-En el caso de «Gilda», Natalia Oreiro era cantante. Pero ¿por qué querías que él cantara?
-Las biopics que me interesan son aquellas en las que los actores interpretan a un personaje, no lo imitan. Y para eso la experiencia tiene que ser completa, tiene que atravesarlos. Además, si hiciera playback con la voz del Rodrigo real, después se notaría la diferencia con su voz al hablar. Y en ese cambio habría un ruido, quedaría medio trucho.
Pero no es lo que está ocurriendo, al menos según el oído de Las Bebotas. El núcleo duro del club de fans de Rodrigo está en la tribuna: Miriam Pérez, Valentina Crotti, Karina Martín, Claudia Medina y Marisa Benítez conocieron a Rodrigo hace casi tres décadas en estos mismos estudios, lo acompañaron aquí infinidad de veces en calidad de cuasi asistentes, y ahora volvieron para participar del rodaje, disfrazadas de sí mismas. “Lloramos cuando este chico cantó: tiene carisma y es súper dulce, hace los mismos movimientos que él”, dicen. “Esto es muy emocionante: recordamos todo lo que nos pasó durante diez años. Te subías a un taxi y podías terminar en otra provincia. Era como un niño grande”.
Para Muñoz, ésa es una de las diferencias entre Gilda y Rodrigo: “Ella quedó en el inconsciente colectivo con una mirada más mística, de santa pagana. El, con una imagen más de atorrante. En la película va a estar todo su aspecto mediático, que Gilda no tuvo”. Ella tampoco padeció adicciones: “Tenemos especial cuidado con eso: no queremos convertirnos en jueces de esa situación. La idea es dejar que el espectador haga su propia lectura”.
Despojado de los rulos largos, ya en camarines, Romero ahora muestra su pelo teñido de verde: en instantes, viajó diez años en la vida de Rodrigo y está listo para cantar Fuego y pasión en el Luna Park. Si pudiera viajar en el tiempo con su propia vida, ¿qué le deparará el futuro después de octubre, cuando se estrene la película? “No lo sé, no hago planes, vivo el día a día. Por ahí esto termina y vuelvo a mi casa y mi familia, o por ahí se me abren otras puertas. La verdad es que fui muy valiente al animarme a interpretar a un personaje como Rodrigo. Tuve que tomar mucho coraje para hacerlo”.
Sorprendió en los últimos días la actitud 2.0 de Adrián Suar, siempre de perfil muy bajo, al enviarle varios «likes» a las diferentes fotos que sube Flor Vigna diariamente en su cuenta de Instagram. Claro, en las redes sociales se hicieron eco rápidamente de este algoritmo que, con sólo apretar un corazoncito, dispara los rumores que empezaron a circular sobre un posible romance entre ellos.
Claro, el Gerente de programación de El Trece no para de dar señales en las redes y le tira buena onda a Vigna, quien es una de las figuras de Simona (El Trece, a las 22), la tira diaria que produce Pol-Ka. Podría decirse que es estrictamente laboral, debido a que varios likes del Chueco se referían a escenas de la telenovela que también protagonizan Ángela Torres, Juan Darthés y Romina Gaetani.
Flor Vigna habló sobre su relación con Adrián Suar. ¿Pasa algo entre ellos?
Pero no, Adrián también le manda corazoncitos a producciones personales de la ex conductora de Redes. ¿Señales de un romance? No se sabe. Lo cierto es que la blonda habló con el portal PrimiciasYa y se sorprendió sobre el accionar de Adrián.
«Ni sabia de esto, a mí no me aparecen los likes de Adrián, viste que aparecen tantos likes y sólo dos o tres nombres arriba, que son la gente que vos seguís, por eso nunca vi eso», explicó Vigna.
Flor Vigna habló sobre su relación con Adrián Suar. ¿Pasa algo entre ellos?
Luego, sobre la relación que tiene con el Chueco, Flor negó cualquier vínculo extra profesional: «No tuve el gusto de hablar mucho con Adrián Suar. Uno igual se termina acostumbrando que se diga cualquier cosa pero después termina en evidencia que no es así».
Suar, en tanto, ya tiene planes para seguir contando en su productora con Vigna. A vistas de que en agosto finaliza Simona, ya se sabe que Vigna será parte importante de la próxima ficción que prepara Pol-ka y que se llamará «Mi Hermano Es Un Clon», que tendrá como protagonista a Nicolás Cabré.
Y lo cierto es que parece no haber impedimentos a la vista para ninguno de los dos. Es que ambos están solteros: Adrián se separó hace dos años deGriselda Siciliani, tras estar ocho años en pareja y tener una hija en común, Margarita. En tanto, Vigna blanqueó hace muy poco la ruptura con Nicolás Occhiato, tras cuatro años de relación. ¿Hay un romance en puerta en la farándula?