El Gobierno de la ciudad adquirió 96 coches nuevos con aire acondicionado para la línea B de los subterráneos porteños, los mismos reemplazarán a los antiguos Mitsubishi adquiridos mediados de la década del noventa, por el estado nacional.
La adquisición de los nuevos vagones a través del llamado a licitación dio lugar a la renovación de los antiguos Mitsubishi de origen inglés.Estos si bien útiles ya tiene varios años en uso y necesitan ser modernizados.
Fue el Estado Nacional a mediados de la década del noventa, quien los adquirió y hoy son serán reemplazados por 16 formaciones de seis vagones cada una.
Esta modernización beneficiará a más de 220.000 pasajeros que utilizan diariamente la Línea B que une las estaciones de Alem y Juan Manuel de Rosas, conectando varios de los barrios más importantes de la Ciudad.
La apertura de las ofertas de licitación se realizará el 20 de diciembre, y según establece el Boletín Oficial la primera formación deberá estar en funcionamiento a los veinte meses del inicio del anuncio del ganador de la primera Licitación.
Entre los requerimientos se encuentran que cada vagón tiene que ser de acero inoxidable o aluminio, tener aire acondicionado ,cámaras de seguridad, iluminación led y un sistema de información visual y auditivo para los pasajeros, además de dimensiones máximas de 2,6 metros de ancho, 2,3 de altura y un mínimo de 17 metros de largo. Por otra parte cada coche deberá tener cuatro puertas por lado en su vagones ,mientras que las cabinas de conducción deberán contar con dos puertas laterales.
La Linea B : mucho más que un transporte
La Línea B de subtes inició su construcción el 16 de octubre de 1928 en las cercanías del cementerio de la Chacarita que estuvo a cargo del contratista norteamericano Dwight P. Robinson
El 22 de junio de 1931, la Línea B fue extendida a Carlos Pellegrini y en diciembre de ese mismo año se implementó a lo que hoy en día es la estación de Leandro N.Alem.
La importancia de esta linea va más ella de ser un mero transporte de pasajeros ya que esta ligada a la historia del viejo Mercado del Abasto, lo que hoy conocemos como el Abasto Shopping.

La línea B fue la única línea del subte porteño que sirvió para transportar la carga de frutas y verduras provenientes de la Mesopotamia en ese momento.