Situada entre la intersección de Medrano y Avenida Rivadavia nos podemos encontrar con la emblemática confitería de Almagro la cual resalta durante todo el año por su encanto y tradición. Fundada en 1884, este histórico establecimiento fue un punto de encuentro para figuras destacadas, como la escritora Alfonsina Storni quien encontraba inspiración en sus mesas para crear sus obras literarias.
Con una decoración sobresaliente que se destaca del siglo XIX el local exhibe detalles refinados en bronce en sus columnas y suelos de cerámica italiana que evocan la elegancia de épocas pasadas, invitando a los visitantes a disfrutar de sus exquisitos productos en un ambiente cargado de historia y cultura.
Parte fundamental de la historia argentina, este emblemático lugar conserva secretos vinculados a momentos cruciales. Según relatos del barrio de Almagro las Abuelas de Plaza de Mayo usaban la confitería como punto de encuentro en tiempos de censura y difícil comunicación simulando reuniones cotidianas mientras planificaban la búsqueda de sus hijos y nietos desaparecidos durante la dictadura militar.
Con un marcado estilo italiano el local se destaca por su estética entre vitrales relucientes y un servicio impecable, este lugar refleja la tradición y el paso del tiempo en un barrio que mantiene vivo su legado.
Los vecinos suelen considerar este espacio como un lugar familiar de encuentro donde compartir un té, masas dulces o sándwiches es casi una tradición. Sin embargo, el cierre temporal en julio de 1998 impactó profundamente en la comunidad de tal modo que dejo un recuerdo imborrable.
Tres años después del cierre, el icónico brillo de la confitería en la esquina de Medrano y Rivadavia se había apagado dejando un vacío palpable en el recuerdo de los vecinos. Sin embargo, en julio de 2001, la emblemática “Las Violetas” volvió a abrir sus puertas recuperando su esencia con sus tradicionales camareros y sus delicados productos justo cuando la ciudad atravesaba una profunda crisis económica.
Ese mismo año, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la declaró como un sitio de interés general reconociendo su valor histórico y cultural. Hoy en día los turistas de todo el mundo visitan este emblemático lugar para disfrutar de un café y admirar su arquitectura en el corazón de uno de los barrios más densamente poblados de la ciudad.
Actualmente, Las Violetas cuenta con el reconocimiento oficial como uno de los Bares Notables de Buenos Aires por ende forma parte de programas de apoyo promovidos por el Gobierno de la Ciudad consolidando así su legado como un símbolo vivo del barrio de Almagro.
En resumen, Las Violetas representa mucho más que una confitería, es un emblema vivo de la historia, la memoria y la identidad de Almagro y de Buenos Aires. Su preservación y reconocimiento oficial evidencian la importancia de mantener espacios que conectan generaciones, sostienen tradiciones y reflejan las vivencias de una comunidad en constante movimiento y resistencia.
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