El Gobierno Porteño anunció que los principales festejos del carnaval se celebrarán este año en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez en Villa Lugano. La iniciativa busca organizar mejor el espacio público y minimizar los cortes de calles que suelen afectar el tránsito. De tal modo que los días 1 y 2 de marzo, las murgas barriales recorrerán la pista principal del circuito mientras que los asistentes podrán disfrutar del espectáculo desde las gradas.
Esta modificación implica que los tradicionales corsos de la Avenida de Mayo se trasladen a este nuevo escenario, aunque otros cuatro corsos continuarán realizándose en distintos barrios de la Ciudad. La decisión generó reacciones encontradas ya que algunos vecinos valoran la medida por la mejora en la circulación mientras que ciertos sectores vinculados al carnaval consideran que se pierde parte de la esencia popular de la celebración.
El cambio de ubicación de los corsos forma parte de una estrategia que en los últimos años ha ido disminuyendo gradualmente la cantidad de celebraciones en la vía pública. Mientras que en 2023 se llevaron a cabo 22 corsos, en 2024 la cifra bajó a nueve y en 2025 se estima que solo se realicen cuatro lo que equivale a una reducción del 55% en comparación con el año anterior. Según fuentes oficiales, la meta es encontrar un equilibrio entre mantener la tradición y asegurar el orden en los espacios urbanos.
La Comisión de Carnaval que es integrada por representantes de las murgas y otros protagonistas de la fiesta, quienes participaron en la planificación de los nuevos recorridos. Según lo programado, los corsos tendrán lugar en Boedo, Mataderos, Lugano y Pompeya mientras que otras zonas como Liniers, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón también contarán con actividades relacionadas con la celebración.
El Ejecutivo porteño también está trabajando en una actualización de la Ley 1527/04 la cual fue aprobada durante la gestión de Aníbal Ibarra, dicha ley establece la obligación del Gobierno de la Ciudad de fomentar los carnavales. Desde la administración local destacan que, si bien se reconoce el valor cultural de estas celebraciones también es fundamental atender las molestias de los vecinos causadas por los cortes de tránsito.
El gobierno subrayó la importancia de “lograr una convivencia armoniosa con los vecinos” y afirmó que se implementarán protocolos para evitar cortes de calles sin autorización. De esta manera, la Ciudad busca conciliar la preservación de la tradición con la planificación urbana la cual es un cambio que seguramente generará opiniones divididas entre los seguidores del carnaval y quienes priorizan la normalidad en el día a día.
El carnaval se muda al autódromo para evitar tanto caos de tránsito, aunque no todos los ciudadanos están contentos ante este cambio, pero los que viven la fiesta de cerca sienten que se pierde un poco la magia de los corsos tradicionales. Con lo cual la Ciudad intenta equilibrar diversión y orden, pero la polémica parece estar asegurada por la inconformidad de algunos vecinos.
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