Rumbo a Villa Luro
El 1 de diciembre de 1911 se inaugura la estación Villa Luro una fecha que se celebra como aniversario del barrio. Por aquel entonces, los inmigrantes que comenzaban a transformar las quintas y hornos ladrilleros ya empezaban a referirse al área como “la villa de Luro”.
También era conocida con el nombre “De las tres vías” debido a que el Ferrocarril del Oeste que contaba en la zona con un importante cruce que se extendía hacia cinco destinos como Once, Liniers, Versalles, Sáenz Peña (hacia el Pacífico) e Ingeniero Brian (en dirección al Riachuelo). Tras la desaparición de la estación en la década del veinte el cruce ferroviario quedó en desuso y fue finalmente enterrado con la ampliación de la avenida Juan B. Justo en los años cincuenta.
La mayoría de los primeros vecinos provenían de España e Italia lo que explica la existencia de antiguas calles como Mazzini y Garibaldi actual White. Los terrenos eran vendidos por las familias Luro, Costa y Penco, quienes incluso tenían un imponente chalet, hoy en día demolido cerca de Juan B. Justo. La llegada de la electrificación ferroviaria, el auge del transporte, el adoquinado de la avenida Lope de Vega y la rectificación del arroyo Maldonado terminaron de definir la apariencia tranquila del barrio el cual se caracteriza por casas bajas y centenarias tipas, aunque las viejas quintas de verduras todavía se veían en Yerbal y Bacacay hasta comienzos de los años sesenta.
Villa Luro: sencillez con historia
Entre sus construcciones destacadas se encuentra la elegante Escuela Carlos Guido y Spano, la primera institución educativa que sigue en pie, ubicada en Ramón L. Falcón 4801, el histórico Mercado de Villa Luro inaugurado en 1929 en la intersección de Avenida Rivadavia y Lope de Vega, y la vivienda más antigua del barrio que está situada en Yerbal y Ruiz de los Llanos un edificio del siglo XIX que durante décadas funcionó como espacio gastronómico.
Este barrio es uno de los más pequeños del Oeste porteño y en otro tiempo un importante nudo ferroviario de la ciudad el cual ha sido testigo del crecimiento urbano y de las pequeñas hazañas colectivas de sus vecinos, quienes domesticaron el Arroyo Maldonado y bautizaron sus calles y plazas con nombres de artistas de todo el mundo.
También es reflejo de la fe popular que conserva parte del retablo de la Iglesia San Nicolás que fue demolida en 1936 para la construcción de la Avenida 9 de Julio y el santuario de San Ramón Nonato lugar de peregrinación cada 31 de agosto de mujeres que desean ser madres.
Villa Luro también guarda memoria de pasiones y tragedias nacionales ya que en la puerta de la parroquia San Francisco Solano fue asesinado en 1974 el padre Carlos Mugica al salir de misa lo que sin duda este hecho fue un episodio que marcó profundamente la historia del barrio y de la ciudad.
Este paisaje rural comenzó a transformarse radicalmente en 1895 cuando Pedro Luro uno de los pioneros de Mar del Plata empezó a lotear las cuadras a lo largo del ferrocarril hacia Liniers en lo que ya empezaba a conocerse como Villa Luro mucho antes de que se construyera la estación homónima. Los vecinos solían llamarla “El cajón” por su curiosa estructura la cual está ubicada a pocas cuadras de la estación actual que fue construida en 1923.
Villa Luro es un barrio del Oeste porteño que combina historia, literatura y memoria comunitaria ya que desde sus orígenes en tierras de la familia Olivera pasó por la urbanización que luego fue impulsada por Pedro Luro y la inauguración de la estación homónima la cual destaca la vida cotidiana y las hazañas de sus vecinos. Villa Luro mantiene viva la memoria de la solidaridad, la fe y la pasión de sus habitantes, siendo un ejemplo del crecimiento de Buenos Aires sin perder su esencia histórica y comunitaria.

Visitas: 0