La Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta oficialmente con 48 barrios distribuidos en 15 comunas. En su superficie de 203 kilómetros cuadrados conviven sectores extensos como Palermo, Villa Soldati y Caballito, junto con otros mucho más reducidos. Ya que el tango habla de los cien barrios porteños.
Entre los barrios de menor tamaño, con una extensión inferior a los 1,5 km², se destacan Parque Chas, Coghlan y Villa Real. Sin embargo, hay uno que los supera en pequeñez y ostenta el título del más chico de toda la ciudad.
San Telmo con apenas 1,2 km² de superficie es el barrio más pequeño de la Ciudad de Buenos Aires. Delimitado por calles como Chile, Piedras, Caseros, Defensa, Martín García y el tramo sudoeste de Ingeniero Huergo esta zona se destaca no solo por su tamaño, sino también por su antigüedad y su identidad histórica. Con sus calles adoquinadas y viviendas de baja altura y una estética que remite al Buenos Aires de antaño sin duda San Telmo conserva un espíritu que lo convierte en uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad.
San Telmo es uno de los barrios con mayor trayectoria histórica de la Ciudad de Buenos Aires. Sus orígenes se remontan al año 1600 apenas dos décadas después de la segunda fundación de la ciudad por Juan de Garay.
El nombre del barrio rinde homenaje a San Pedro González Telmo fraile dominico del siglo XIII y patrono de los navegantes. Este religioso predicaba el Evangelio entre marineros y pescadores en Galicia y Portugal. En el siglo XVII como la vida en esta zona giraba en torno al puerto, los primeros pobladores adoptaron a este santo como su protector, lo que le valió el nombre de “barrio del puerto”.
Según datos del Gobierno porteño durante los siglos XVII y XVIII, Buenos Aires comenzó a expandirse hacia esta área que por su ubicación elevada fue conocida como el “Alto de San Pedro”. Con el tiempo esa denominación derivó en el actual San Telmo barrio que conserva una fuerte identidad ligada a sus raíces coloniales y su impronta portuaria.
La historia de San Telmo está profundamente ligada a sus edificaciones religiosas y al devenir urbano de la ciudad. En 1748 se inició la construcción de la Iglesia de Nuestra Señora de Belén, ubicada en Humberto 1º 340. A su lado funcionó la Casa de Ejercicios Espirituales para hombres y el conjunto fue conocido como La Residencia denominación que más tarde identificaría también al barrio y a la plaza del Alto.
Esa plaza rebautizada en 1822 como Plaza del Comercio adoptó en 1900 el nombre con el que hoy es reconocida como la emblemática Plaza Dorrego que está rodeada por las calles Humberto Iº, Defensa y las cortadas Bethlem y Anselmo Aieta.
Tras la expulsión de los jesuitas la Casa de Ejercicios fue utilizada como prisión. En 1806 se creó la parroquia de San Pedro González Telmo la cual adoptó como sede provisoria y luego definitiva a la iglesia de Nuestra Señora de Belén ya que nunca se construyó otro templo. Esta iglesia fue finalizada en 1876 y aunque conserva su nombre original es conocida popularmente como la iglesia de San Telmo.
Desde mediados del siglo XX, San Telmo se ha consolidado como un sitio emblemático para el turismo internacional que llega a la capital argentina que sin duda se está convirtiendo en un punto de referencia cultural e histórico para visitantes de todo el mundo.
En resumen, San Telmo el barrio más pequeño y uno de los más antiguos de Buenos Aires se destaca por su profunda riqueza histórica y cultural. Desde sus orígenes en el siglo XVII que están vinculados a la actividad portuaria y bajo la protección de San Pedro González Telmo hasta su desarrollo urbano marcado por construcciones emblemáticas como la Iglesia de Nuestra Señora de Belén y la Plaza Dorrego este barrio ha sabido conservar su identidad y esencia colonial. Hoy en dia San Telmo se presenta no solo como un patrimonio arquitectónico y cultural vivo, sino también como un destino clave para el turismo internacional que busca conectarse con la historia auténtica de la ciudad.

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