El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en un extenso operativo de control desalojo a más de 5.000 vendedores informales que utilizaban el espacio público. La acción fue iniciada durante la madrugada la cual incluyó allanamientos en 50 galpones con mercadería ilegal y la colocación de vallados para evitar el regreso de los puesteros. Este acontecimiento se dio en avenida Avellaneda, barrio de Flores.
El procedimiento se desplegó a lo largo de 32 manzanas y contó con la intervención de más de 550 inspectores, trabajadores y efectivos de la Policía de la Ciudad. En el área también existían denuncias vinculadas a talleres textiles con empleo irregular y posibles casos de trata de personas. Para impedir que los manteros volvieron a instalarse el operativo se puso en marcha a partir de las 3 de la mañana.
Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño expresó las siguientes palabras: «Debemos proteger a quienes trabajan dentro de la legalidad. El espacio público pertenece al Estado y tiene que estar garantizado para que los vecinos circulen con tranquilidad y las actividades comerciales se desarrollen de manera formal». También remarcó que los negocios habilitados sufren el impacto de la competencia desleal generada por la venta irregular de productos.
En el operativo participaron distintas áreas de la Policía de la Ciudad, la Superintendencia de Investigaciones, funcionarios de los ministerios de Seguridad y de Espacio Público, la Agencia Gubernamental de Control, agentes de Tránsito y personal de Migraciones. No obstante, también se montaron vallados en uniones estratégicas como Nazca, Venancio Flores, Bogotá, Argerich y Aranguren con el fin de evitar que los vendedores ambulantes retomen la actividad en la vía pública.
Jorge Macri durante sus declaraciones señaló lo siguiente: “la ocupación indebida del espacio público trae consigo inseguridad, caos, suciedad y una competencia desleal para los comercios establecidos. También genera molestias a los vecinos que ven limitada su circulación y deben convivir con veredas bloqueadas”.
Durante el operativo lo acompañaron la vocera oficial, Laura Alonso; el jefe de Gabinete, Gabriel Sánchez Zinny; los ministros Waldo Wolff (Seguridad), Gabino Tapia (Justicia), Ignacio Baistrocchi (Espacio Público e Higiene Urbana) y el secretario de Seguridad, Ezequiel Daglio.
El procedimiento en Flores se suma a intervenciones recientes en Once, la peatonal Florida y la feria ilegal de la calle Perette en Retiro. En años anteriores, también se llevaron a cabo acciones de este tipo en Aeroparque, Plaza Constitución, Parque Centenario, Plaza de Mayo, las inmediaciones del Congreso y Plaza Lavalle.
Waldo Wolff El ministro de Seguridad porteño nos dio a conocer que “tras una extensa investigación de la Policía de la Ciudad junto con la Justicia este operativo logró devolver el orden y seguridad al barrio de Flores. Hoy respondemos a un reclamo histórico de los vecinos como ya lo hicimos en Once, Parque Patricios, Retiro, Constitución y Parque Centenario. El orden en el espacio público no es negociable”. El objetivo central del operativo fue desarticular las redes de comercio ilegal y asegurar que el espacio público sea utilizado de manera adecuada por todos los ciudadanos.
El operativo que se realizó en Flores no solo buscó liberar las calles de la venta ilegal, sino también dar respuesta a un reclamo que los vecinos venían haciendo hace años ya que no podían caminar por las veredas porque estaban ocupadas con las mercancías de los vendedores. Con esta acción, el Gobierno porteño busca marcar presencia, ordenar el espacio público y darle un respiro a los comerciantes formales que todos los días pagan impuestos y compiten de manera desigual.

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