Cuando Juan de Garay fundó Buenos Aires el 11 de junio de 1580, únicamente asignó un nombre a la Plaza Mayor que hoy en día es conocida como Plaza de Mayo. En aquel entonces, la ciudad no era más que un proyecto en gestación la cual era una idea que existía en la mente de su fundador y del grupo que lo acompañaba. Con el transcurso del tiempo este proyecto se convirtió en realidad ya que se fueron tratando paulatinamente sus calles y surgió la necesidad de asignarles nombres que reflejaran la visión cultural predominante.
Un ejemplo claro de cómo ha evolucionado la nomenclatura y que muestra parte de esta “lectura historiográfica” de los barrios se observa en la presencia de nombres de mujeres en las calles y avenidas de la ciudad. Aunque su proporción es reducida en comparación con los nombres masculinos que predominan en el mapa actual de Buenos Aires con lo cual constituye un reflejo de cambios culturales y simbólicos a lo largo del tiempo.
De acuerdo con un estudio realizado por LA NACIÓN Data, concluyó que de las 2.208 calles que llevan nombres de personas apenas 92 están dedicadas a mujeres. Esto indica que los nombres femeninos representan sólo un 4% del total de designaciones de este tipo y que casi el 40% de los barrios de la ciudad (18 de 48) no incluyen referencias a mujeres dentro de sus límites, concentrando en cambio 563 calles con nombres masculinos.
Puerto Madero, el barrio más femenino
La historia reciente parece haber tomado nota de la igualdad de género y de los avances conquistados y ese espíritu se refleja al recorrer Puerto Madero, la zona más moderna de Buenos Aires. Este barrio cuenta con 27 calles que llevan nombres de mujeres, muchas de ellas heroínas y revolucionarias que enfrentaron los prejuicios de su época cuando eran consideradas ciudadanas de segunda, quienes defendieron la libertad y la independencia, este barrio concentra la mayor cantidad de homenajes a mujeres quienes desempeñaron un papel importante. Así lo establece la ordenanza N°49.668 la cual fue aprobada en 1995 por el ex Concejo Deliberante.
En las calles de Puerto Madero conviven, sin distinción de jerarquía o estatus pioneras de la militancia política femenina local, activistas sociales, defensoras de los derechos humanos, artistas, profesionales destacadas y líderes de Argentina y del continente americano.
Otros barrios porteños que también cuentan con nombres de mujeres, aunque en menor medida son Villa Soldati tiene 7 calles con esta característica, Villa Lugano y Vélez Sarsfield cuentan con 4 cada uno y los restantes 23 distritos registran 3 o menos menciones en sus calles.
LAS PRIMERAS MUJERES HOMENAJEADAS
Las primeras mujeres en recibir un homenaje a través de nombres de calles en Buenos Aires fueron Juana Azurduy, Manuela Pedraza y Policarpa “Pola” Salvatierra, todas estas figuras son destacadas de los procesos de independencia. Esta decisión se concretó mediante una ordenanza aprobada el 27 de noviembre de 1983.
Quiénes eran y por qué fueron relevantes:
Juana Azurduy de Padilla (1718-1862)
Heroína boliviana y esposa de Manuel Asencio Padilla, quien participó junto a él en la lucha por la independencia del Alto Perú. Tras la muerte de su marido y siendo madre de varios hijos, continuó la causa por su propia iniciativa con lo cual llegó a ser nombrada teniente coronel por su valentía. Además, Manuel Belgrano le legó su sable como reconocimiento a su coraje.
Manuela Pedraza
Apodada también como La Tucumana o La Tucumanesa, fue esposa de un cabo que, durante la Primera Invasión Inglesa en 1806, abatió personalmente a un soldado enemigo. Por su valentía en combate, Santiago de Liniers la incorporó al Batallón de Patricios y le otorgó el rango de alférez, esta otorgación reconoció su participación activa hasta el último día de lucha.
Policarpa “Pola” Salvatierra (1792-1817)
Conocida como La Pola fue una heroína colombiana que participó activamente en la lucha por la independencia. Nacida en 1792, fue fusilada en 1817 por negarse a traicionar a los patriotas. Su pareja formaba parte del ejército independentista, quien la acompañó en la causa.
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